La primera revista digital del Motor.


https://www.motorcanario.com/articulos/index.asp?id=28869

Pruebas
Prueba del Renault Kangoo Maxi 5 plazas Flexi Z.E.: juega en el reparto urbano.
El auge del comercio electrónico y la necesidad de recibir cuánto antes nuestras compras está llevando a autónomos y a empresas en pensar en un reparto de la "última milla" lo más sostenible posible. En ese escenario, el Kanggo Z.E. se presenta como una de las opciones más interesantes.

 Javier Millán - Publicado el 01/febrero/19
    Imprimir noticia.   Enviar noticia por correo electrónico.  

Actualmente, Renault ofrece cuatro posibilidades 100% eléctricas, de las que dos están dirigidas más a particulares y las otras dos a profesionales.

Se trata, por un lado, del cuadriciclo Twizy y del compacto Zoe; y, por otro, de las furgonetas Kangoo Z.E. y Master Z.E.

La que hemos probado ha sido la de tamaño más compacto, la Kangoo Z.E. Flexi con 5 plazas, cuyo precio, sin IVA, parte de los 18.075 euros, sin contar con la batería que se puede comprar (6.200 euros) o alquilar con un kilometraje anual prefijado (dependiendo de éste el precio varía) entre los 58,30 euros para 7.500 al año al mes y los 98,30 para 20.000 kilómetros por ejercicio).

Según la homologación NEDC, la distancia que se puede recorrer con la Kangoo analizada es de 260 Km, que la misma marca rebaja a 200 km/h en condiciones reales.

De acuerdo con el simulador que hay en la página web de Renault, esos 260 km se lograrían a una velocidad de 50 km/h, con una temperatura exterior de 20º, con el aire acondicionado en funcionamiento y el modo Eco activado (ofrece un aumento de un 10% en los núcleos urbanos y suburbanos).

Si subimos la velocidad a 110 km/h, nos dejamos de Eco y seguimos disfrutando del aire acondicionado, la distancia máxima que podríamos hacer se reduciría a 126 km.

Si cargáramos 100 kilogramos bajaría ligeramente a 124 kilómetros, pero si tuviéramos que transportar 650 kilogramos la autonomía se recortaría nuevamente a 116 kilómetros.

Por tanto, y como ya hemos explicado en anteriores pruebas de vehículos eléctricos, la autonomía depende de variables como encender o no la climatización, ser más cautos o raudos con el acelerador, la climatología (viento adverso) o la carga con la que se circula, entre otras variables.

Dependiendo de cada conductor y del uso que se de a esta furgoneta se llegará más lejos, pero siempre con cero emisiones y sin hacer ruido.

En cuanto a los tiempos de recarga, en un wallbox público de 7,4 kW (32A) se tardan 4 horas y en otro de 3,7 kW (16A) 8 horas y 46 minutos.

En un Green up de 3,2 kW (14A) para una carga completa habría que esperar 9 horas y 39 minutos, y en un enchufe doméstico de 2,3 kW (10A) 13 horas y 55 minutos.

La Renault Kango Z.E. viene de serie con un cable estándar que permite recargar la furgoneta en cualquier punto y en una wallbox de 7,4 kW.

Además, de manera opcional hay un Flexi Charger que permite recargar el vehículo en 12 horas con una toma de tipo Green up Access de Legrand o en 17 horas en una toma doméstica estándar de 220 V.

Cuando recogimos el vehículo, la marca nos lo entregó con la batería llena y procedimos a simular diferentes jornadas de reparto por Madrid capital y la comunidad autónoma.

Primero le hicimos 8,9 kilómetros, luego 45 kilómetros y posteriormente otros 45 kilómetros. Simulamos que en el primer caso fuimos a realizar un trabajo, después que tuvimos que hacer un reparto en una localidad de la sierra madrileña y finalmente volver a la oficina.

Tras hacer estas tres paradas la batería nos muestra una autonomía restante de 74 kilómetros y nos informa de que para obtener una recarga completa en nuestro enchufe doméstico son necesarias 10 horas y 35 minutos.

No tenemos tanto tiempo y aprovechamos las 7 horas y 20 minutos que vamos a estar haciendo papeleos para enchufar el vehículo. El resultado obtenido es de 156 kilómetros de autonomía.

Aprovechamos para desplazarnos a la misma población serrana, pero por otra carretera que nos implica andar unos 10 km más de distancia y hacer un total de 55 km. Tras un atasco por alcance entre dos vehículos, llegamos a nuestro destino con autonomía para 102 kilómetros.

Un imprevisto nos obliga a desplazarnos a 16,9 kilómetros y volver posteriormente al punto de partida: la batería ha bajado a 67 kilómetros, que nuevamente se queda en 49 km tras diferentes encargos.

Con esta autonomía y para una nueva jornada de trabajo procedemos a una nueva carga de unas ocho horas y media en las que se consiguen 148 kilómetros de autonomía.

El consumo que da el ordenador es de 18,4 kWh a los 100 kilómetros.

Por lo que respecta al comportamiento dinámico, lo primero que hay que señalar es que la Kangoo no dispone de la inmediatez en la aceleración que tienen los turismos eléctricos.

Es lógico si el objetivo es el reparto sostenible en la "última milla" (la que se haría en ciudades que buscan zonas libres de emisiones). El profesional en estas circunstancias no busca salidas desde parado fulgurantes sino la mayor autonomía con el menor impacto en la ciudadanía y sus habitantes.

A la ausencia de emisiones se une el que el vehículo en movimiento no hace ruido por su motor eléctrico de 44 kW (60 CV) y 225 Nm de par máximo, que están gestionados por una caja automática.

Con este propulsor la furgoneta se mueve bien en carretera y mucho mejor por ciudad a pesar de sus medidas (4,66 metros de largo y 1,82 metros de alto).

Cuenta con una amortiguación polivalente que no castiga a los pasajeros cuando no hay carga en la parte trasera, pero que sí controla los rebotes secos cuando la citada zona está siendo utilizada. Sus medidas también la predeterminan para acusar balanceos en curva.

Goza de buena maniobrabilidad por una dirección asistida que en carretera no es tan precisa en el guiado en trayectos revirados.

Monta discos delanteros y traseros para evitar la fatiga en el frenado y en el equipamiento de serie de este tracción delantera se incluye ayuda a la frenada de emergencia (SAFE), sistema de antibloqueo de ruedas ABS, control de trayectoria ESP con asistencia a la pendiente, ordenador de a bordo, elevalunas delanteros eléctricos, retrovisores con regulación eléctrica, alerta sonora de olvido de cinturón, airbag frontal del conductor y apoyacabezas regulables en altura en la baqueta trasera.

Entre los opcionales se encuentran el Pack Aire con bomba de calor (1.051,24 euros: aire acondicionado manual, filtro antipolen y radio MP3, con Bluetooh y tomas USB y jack), el pack Aire-R-Link Evolution con Android Auto (1.541,32 euros), la batería de 33 kW (6.200 euros), la calefacción adicional (590 euros), la cámara de visión trasera+radar de proximidad (450,41 euros) y el cable de recarga de uso provisional (397,52 euros).

También la puerta lateral izquierda delizante con cristal practicable (310,74 euros), el airbag frontal del pasajero (215,70 euros), el airbag lateral delantero (172,73 euros), el regulador/limitador de velocidad (172,73 euros), los faros antiniebla (129,75 euros), los sensores de lluvia y luces (86,78 euros), la regulación en altura del asiento del conductor (77,69 euros), el detector de presión de neumáticos (24,79 euros) y la consola central portaobjetos (25,62 euros).

Para un uso profesional Renault también ofrece el Pack funcional 1 (por 95 euros el revestimento del suelo de carga es de caucho), la mampara completa fija de rejilla (215,70 euros), la caja de adaptación (129,75 euros), la bandeja portaobjetos delantera en el techo (29,75 euros).

Sin coste hay la posibilidad de quitar el logo Z.E, que las dos puertas traseras de apertura de 180º sean de chapa y no tengan luneta térmica, y montar una alerta sonora para peatones.

En definitiva, hacer más confortable esta furgoneta, sin pensar en un enfoque profesional, sube el precio notablemente como si se tratara de un vehículo premium.

En el interior se nota que su cliente principal será el profesional para el que ha montado unos plásticos duros con el objetivo de que la cabina aguante mejor el paso del tiempo y esté preparada para un intensivo y duro.

El cuadro de relojes está formado por tres esferas (la de la izquierda informa del estado de la batería, la de en medio de la velocidad y la de la derecha del consumo en Kwh), el volante no es multifunción en la unidad probada y en la parte central están los botones de la climatización manual, la radio y la palanca de cambios automáticos.

El freno de mano es mecánico y no hay pantalla central (en la unidad utilizada) para poder enlazar nuestro teléfono o consultar el navegador.

Detrás hay espacio para tres adultos que, debido a que no hay túnel central, viajarán casi con el mismo espacio en cualquiera de las plazas.

El maletero, que no dispone de bandeja, es muy amplio y gracias a la altura del vehículo es muy aprovechable para transportar objetos voluminosos.

Exteriormente, en vez de montar dos puertas traseras correderas, solo hay una y está ubicada en el lado contrario al del conductor. Para hacer más funcional la Kangoo los ingenieros han apostado por sustituir el portón trasero por dos puertas batientes.

Con la finalidad de facilitar el trabajo día a día, los parachoques van pintados en negro, con lo que se evita perder la pintura en las sucesivas maniobras de aparcamiento que hará este vehículo.

La parrilla también va pintada en negro y está cerrada, ya que el motor eléctrico no necesita la refrigeración de uno de combustión.

A los lados de la parte baja de la parrilla están los huecos de los antiniebla.

En la zaga, los faros se han colocado en una posición vertical y elevada, así como la luz de freno, que está ubicada en la puerta más amplia de las dos, la de la izquierda.

En definitiva, la Renault Kangoo Z.E es la furgoneta adecuada para aquellas personas que necesiten un vehículo con el que salvar todas las restricciones impuestas al tráfico en las grandes ciudades y fuera de ellas.

Gracias a su pegatina ECO puede acceder a los carriles de alta ocupación BUS-VAO con una persona sola y a las almendras centrales restringidas para todos aquellos que no sean residentes.

Con una autonomía que supera los 150 kilómetros, independientemente del uso que se de al vehículo, se podrán hacer repartos y recogidas durante muchas horas por ciudad sin tener que preocuparse por buscar un enchufe.

En autopista, una aerodinámica que la penaliza y la necesidad de acelerar con decisión para llegar al crucero deseado, merman la autonomía y obligan a estar más pendiente de la distancia que podemos recorrer.

No obstante, según Renault, la Kangoo es la furgoneta eléctrica con la mayor autonomía del mercado.

Por precio, sin la batería y sin IVA, es de las más asequibles del mercado. Una vez que se le suma la batería en propiedad su tarifa se queda próxima a la de sus competidores, frente a los que es menos potente.

Prohibida la reproducción total o parcial sin el consentimiento expreso y por escrito del medio.
© Copyright 2001-2018, MotorCanario.com - Marca registrada