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Nuestros lectores conocen de sobra el historial clínico del campeonato este año, que a groso modo quedaría resumido en la apuesta de Auto-Laca por lograr reconocimiento y sumar un ansiado campeonato a sus vitrinas, avivados por la mala fortuna que acompañó al DISA Copi Sport en los primeros compases del año. La particular forma reglamentaria impuesta por el anuario propició que sólo en contadas ocasiones coincidieran las dos grandes escuderías canarias, algo que por otro lado debe hacer reflexionar a quienes levantan (o esconden) la mano en las asambleas. Los grandes beneficiados al final fueron sólo tres pruebas, que de forma natural serán las dos primeras alternas y la última. El resto se dedicará, de no cambiarse la norma, a pescar lo que puedan y, a lo sumo, a tirar de chequera para ver quién consigue engatusar más y mejor.

Dicho esto, a Lanzarote se llegaba con una situación del campeonato insuperable para la afición canaria, codiciada por cualquier organizador y estresante para los deportistas. El equipo que hasta entonces lo había ganado todo en Canarias durante el último lustro -y más-, DISA Copi Sport, llegaba en igualdad de condiciones y puntos al equipo que mayor redoble de tambores hizo durante la segunda mitad de la temporada, Auto-Laca. Este último duplicó y triplicó su apuesta con tal de vencer en Lanzarote, siendo la afición la principal beneficiaria de ello. Nada más y nada menos que el ex mundialista finlandés Mikko Hirvonen vendría a apoyar la logística también casi mundialista de Auto-Laca, con cinco equipos oficialmente presentes en Lanzarote. A sus habituales Miguel Fuster (alicantino recientemente proclamado Campeón de España), el conejero Yeray Lemes y el grancanario Armide Martín, se sumaban el susodicho mundialista y el modesto piloto tinerfeño Alexis Martín. Como para estornudarles, vamos. Pocas veces se recuerda una entrega igual, con excepción de la hecha por DISA Copi Sport a principios de año cuando por vez primera en mucho tiempo dos ex mundialistas de primer nivel corrían juntos en las islas (Juha Kankkunen y Didier Auriol). Un gesto plausible y merecedor de todo tipo de elogios, sin duda, máxime cuando Auto-Laca carece de cualquier tipo de interés comercial o promocional en dicha acción. Increíble.

A todo esto, el equipo DISA Copi Sport mantuvo "la línea" sin más o menos integrantes que los planteados en el programa deportivo de principios de año. Se sobrepuso con increíble solvencia al revés que le supuso abandonar, cuando eran líderes, las cruciales pruebas de Adeje e Islas Canarias (las dos más importantes del calendario por rango). Su rival, escenificado en Miguel Fuster, encontró el camino expedito para vencer en ambas, y dejaba en manos de su rival una bomba de relojería llamada presión. Enrique, si quería optar al título, debía vencer en todo -repito- todo lo que tenía por delante. Y sólo para llegar a Lanzarote en igualdad de condiciones. Con una frialdad y maestría increíbles, Cruz venció en el Telde e Isla Tenerife, así como en la prueba palmera de Senderos. Por cierto, ahora que hablamos de La Palma, ésta fue la principal perjudicada de un campeonato seccionado, pues fue la única isla que no disfrutó de un duelo entre las dos escuderías.

Así se llegó a la cita crucial, caricaturizada con un organizador institucional como la FALP frotándose las manos por el circo que, condescendientemente, le montaban o auspiciaban Auto-Laca y DISA Copi Sport. La primera como auténtica protagonista social, con la afición pletórica por la llegada a la isla oriental de un piloto de tanto renombre como Hirvonen -curiosamente, ex piloto oficial de la unidad de Ford Focus WRC que posee actualmente Copi Sport-. La segunda, con digna tranquilidad y calcando su modus operandi de los últimos años. Era como si para unos resultase más importante que para otros lograr el título, al precio que fuera; contraproducente por otro lado cuando los intereses comerciales eran diametralmente opuestos a su público interés. ¡Cosas de la competición!

Tras el singular y "peligroso" tramo espectáculo inicial del viernes, la competición en sí comenzaría el sábado con nueve vertiginosos tramos cronometrados. Yeray Lemes, a bordo de un Porsche 911 GT3 2010 alquilado por no estar operativa aún la unidad que resultara dañada en el accidente del Isla Bonita, jugaba en casa y con hambre de victoria. Una victoria que no se le escaparía y por méritos propios, pues lideró el rallye de principio a fin. Su mayor rival fue, paradójicamente, Enrique Cruz, este último muy lejos de su objetivo que era mantener a raya a un Miguel Fuster que no conseguía llegar a los tiempos de los más rápidos. En medio de ellos, Hirvonen, penalizado por una montura muy capaz en zonas de curvas pero poco efectiva en los rápidos tramos de Lanzarote. Con todo, Hirvonen abandonaba tras el sexto tramo por una rotura en la caja de cambios de su Mini.

Fuster, en cierta medida, defraudó al no llegar al ritmo ni de Yeray ni de Enrique, lo que dice mucho de la rapidez de los pilotos canarios al medirse con el cinco veces campeón de España de la modalidad.

Cruz -junto a todo su equipo- demostró que tiene lo que tienen que tener los grandes deportistas, como es la templanza para saber cuál es el límite y mantenerse en él, sin sobrepasarlo. Todo ello, con la presión que, por mucho que se cansara de repetir que no acumulaba, tenía que estar sobre sus hombros. Llevaba todo un campeonato con la obligación de salir a ganar donde quiera que fuera, y en la última se volvía a jugar el todo por el todo. Pero no falló, de nuevo. Hizo un rallye perfecto y con soberana inteligencia. Él y Ariday Bonilla se han ganado, en Lanzarote, el Olimpo de los deportistas más destacados de toda la historia de Canarias.

Hay que destacar, obligatoriamente, la aportación de Auto-Laca a un campeonato que, de otra forma, tenía un sólo dueño. Han aportado emoción y calidad, sin duda. Que finalmente no hayan logrado su objetivo no resta un ápice al mérito de "estar ahí", de sumar... por lo que la cabeza bien alta y prepararse para lo que viene. Los aplausos que le extendieron desde el equipo rival al finalizar la prueba lo corrobora. Esta historia no ha acabado, pues el 2016 está a la vuelta de la esquina y supone una nueva oportunidad para lograr lo que este 2015 se escapó, y si cabe, con más fuerza.

DISA Copi Sport también estará ahí, prorrogando este duelo que tiene un nuevo capítulo en el tercer mes del año, apenas dentro de unas pocas semanas. Entonces, esta historia continuará...

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