Desde hace siglos se busca en las
proximidades del Himalaya al huidizo mito conocido como el
"Abominable Hombre de las Nieves", y más popularmente, "Yeti".
Ahora, Skoda pretende rememorar la leyenda con su nuevo 4x4,
bautizado con el mismo nombre. Como tributo a las características
que se le supone al "abominable", de fuerza, capacidad de
resistencia, subir y bajar por las empinadas cuestas nevadas de las
montañas, por terrenos prácticamente infranqueables, el nuevo SUV
dispone de todo lo necesario para poder adentrarse en la búsqueda de
su homónimo. La firma checa, aunque
cuenta ya con una histórica trayectoria en el campo de los vehículos
todocamino, no ha sido hasta ahora cuando ha tomado con decisión "el
toro por los cuernos" y ha presentado un modelo capaz de satisfacer
a los amantes del "off-road". Presentado como un prototipo en el
2005, el diseño actual no deja indiferentes, puesto que hay quien lo
considera demasiado cuadrado en su línea, o quien lo ve como un
vehículo que recuerda a los propios de la antigua Europa del Este,
o, naturalmente los que destacan su robustez.
El hecho más importante, es que pasee bien sobre el asfalto, o fuera
de él, todos los que le ven, le observan atentamente, sin mostrar
indiferencia, y ello le aporta una mayor carga de interés. La línea
es, pues, robusta, de recuerdo al "abominable", a las escasas
supuestas fotos que se han tomado y que hacen que no sólo se crea en
su existencia, sino en su fortaleza, remarcado el vehículo en la
funcionalidad para el que ha sido concebido.
Largo pese a su ajustada longitud de 4,2 metros, cuadrado, con un
cierto toque emblemático en la parrilla delantera con el marco
cromado y la inclusión de grandes faros situados muy arriba, con un
amplio parabrisas que combina con las ventanillas delanteras. En el
lateral destaca la amplia superficie acristalada que ofrece a través
de un amplio ventanal partido en dos de forma asimétrica,
manteniendo una línea sobria que se traslada hacia el portón
trasero, bajo el cual aparece la protección oportuna para la
circulación por el campo. El
interior, en el modelo probado, el 2.0 TDI CR, es amplio, cómodo,
con todos y cada uno de los elementos que ofrece, perfectamente
adaptados y dispuestos para dar facilidades al conductor. El espacio
entre los asientos en la zona trasera mantiene una amplitud que
permite realizar un viaje confortable, con la salvedad de que se
mantiene una altura dos centímetros superiores a los delanteros, lo
que unido a la amplia superficie acristalada lateral, evita posibles
agobios y da la posibilidad de mirar la carretera por encima de los
ocupantes delanteros. Esta posibilidad no molesta la visión del
conductor de lo que llega por detrás, quien además cuenta con dos
amplios retrovisores exteriores retráctiles a la hora de aparcar.
El puesto de conducción es muy confortable. El volante es ajustable,
tanto en altura como en profundidad, y muy agradable al tacto. El
habitáculo trasero se puede ampliar con el manejo de los asientos,
de tal forma que el maletero puede llegar a ofrecer hasta 1.760
litros de carga, con un sistema añadido de anclajes que aseguran el
equipaje para evitar que éste se mueva cuando se camina por sendas o
terreno rugoso fuera de la carretera.
La versión probada es la diesel de 140 CV, la segunda más alta de la
gama, equipa tracción permanente a las cuatro ruedas a través de un
programa electrónico que actúa, en la conducción fuera de la
carretera, sobre la respuesta del pedal del acelerador, el control
de estabilidad y los frenos. Su motor es un 2.0 de 1.968 centímetros
cúbicos, de inyección common rail con filtro de partículas de serie,
que se encuentra en medio de los tres diesel que ofrece Skoda para
este modelo, uno de 110 caballos, el ya mencionado de 140, y el más
alto, de 170. Muy poco ruidoso,
tanto en el arranque inicial como en el desarrollo de crucero, el
impulsor responde perfectamente a las órdenes que sobre él da el
conductor a través de una caja manual de cambios de seis relaciones
.El motor ofrece una conducción agradable, con un buen rendimiento a
regímenes medios de motor, ya sea en el medio urbano, en carretera,
o fuera de ella. El Yeti se conduce como un turismo sobre el
asfalto, donde no se nota un tacto diferente, propio de los todo
terreno, ya que la puesta a punto de la suspensión permite una
actuación dinámica, manejable y segura, ya que en los terrenos
virados se comporta de forma neutra, dejándose llevar por las manos
del conductor sin ofrecerle resistencia.
Si las curvas son lentas, la tracción permanente a las cuatro ruedas
y su traslado variable de par según las necesidad de adherencia
ayuda a tomarlas a una mayor velocidad en la trazada. Así aprovecha
más el empuje del motor y la estructura mejorada de las suspensiones
elaboradas a partir del Octavia, en la parte delantera McPherson, y
en la trasera multibrazo modificada, ya que su vía es más ancha.
Fuera de la carretera es donde el yeti está como el "abominable" en
su montaña. La ventaja que tiene el sistema de tracción total, a
través de un embrague Haldex de cuarta generación, ya estrenado en
el Octavia 4x4 y en el Superb 4x4, le permite comportarse con
soltura por los caminos y los terrenos quebrados o con barro y agua.
El sistema, en condiciones normales, transfiere el 96% de la
potencia del motor a las ruedas delanteras, y si se detecta una
diferencia de velocidad entre los dos ejes, el embrague Haldex puede
transmitir el 90% de la potencia a las ruedas traseras. Los límites
viene impuestos por una reducida distancia al suelo de 18
centímetros y la ausencia de una caja reductora, aunque la carencia
la mitiga con un sistema de ayuda para el descenso de pendientes. El
sistema mantiene la velocidad constante durante un descenso
pronunciado que sea superior al 10 por ciento. Para su empleo hay
que apretar un botón que lleva insertado en el salpicadero, como
modo off-road. Al apretar el botón, el pedal del acelerador varía la
respuesta, se hace más esponjoso, y entran en funcionamiento el
sistema ABS y el control de estabilidad ESP.
El consumo no es excesivo teniendo en cuenta el tipo de vehículo. La
media es de 7 litros, una cifra que se eleva por encima de los 11
litros fuera de la carretera. A la
última "criatura" de la firma checa podría augurarse un gran éxito
comercial, al que tan solo un precio demasiado cercano a rivales de
renombre pueden privarle del mismo.
|