En este moment son la carrocería de cinco puertas hatchback y los motores de gasolina Skyactiv-G de 122 CV y diésel Skyactiv-D de 116 CV las opciones disponibles. La carrocería sedan (berlina) llegará en el segundo trimestre del año, mientras que el novedoso motor Skyactiv-X aparecerá en el tercero.

La previsión para el mercado nacional es la de vender en el primer año natural 4.200 unidades de las que el 70% serán de 5 puertas, el 23% automáticas, el 66% gasolina (el diésel tendrá un peso del 2% y el Skyactiv-X del 32%) y solo el diez por ciento serán de la versión acceso Origin (el 44% Evolution y el 46% Zenith).

El nuevo Mazda3 es el primero de una nueva generación de modelos con los que el fabricante quiere materializar su estrategia "Zoom-zoom sostenible 2030" por la que busca ofrecer una sostenibilidad ambiental real en la que se tenga en cuenta las emisiones de C02 sin renunciar a las prestaciones.

Debido a que es un modelo muy importante para la marca (desde 2003 en que salió la primera generación se han vendido más de 6 millones de unidades, de las que más de un millón han sido en Europa) es el primer Mazda en montar el motor Skyactiv-X de unos 180 CV, que utiliza un método de combustión con encendido por compresión controlado por chispa (SPCCI).

Según Mazda, es la primera vez que se utiliza en un motor de gasolina y se caracteriza por una respuesta inicial más rápida y por el consumo típico de un diésel, a lo que contribuye el nuevo sistema M Hybrid inteligente de Mazda.

El M Hybrid -que también monta el gasolina 2.0 Skyactiv-G- es una hibridación media, ya que se basa en un motor eléctrico que asiste al principal de gasolina y que se alimenta de la energía recuperada en las frenadas, la cual se aloja en una batería de ion litio de 24 V y 600 kJ situada entre las ruedas para que no restar espacio interior.

Tanto el Skyactiv-X como el 2.0 Skyactiv-G tienen la etiqueta Eco de la Dirección General de Tráfico (DGT).

El gasolina desarrolla 122 CV a 6.000 rpm, tiene un par máximo de 213 Nm a 4.000 rpm, un consumo de entre 6 y 6,7 l/100 km y unas emisiones de C02 de 136 a 152 gr/km.

El 1.8 Skyactiv-D (que sustituye a los anteriores de 1.5 y 2.2 litros) de 116 CV no necesita adblue, ya que monta un catalizador de almacenamiento de NOx que los convierte en nitrógeno inocuo.

El par máximo es de 270 Nm entre 1.600 y 2.600 rpm, el consumo medio de entre 4,8 y 5,7 l/100 km y las emisiones de CO2 de 130 a 151 gr/km.

Los tres propulsores cumplen con la normativa Euro 6d-TEMP y se han homologado con la normativa WLTP/RDE. Llevan caja manual de seis relaciones (opcionalmente está la automática Skyactiv-Drive de iguales relaciones) y tracción delantera, que puede sustituirse por la total i-Activ.

Otra de las novedades del Mazda3 es el mejorado sistema G-Vectoring Control Plus, que mediante los frenos controla las inercias del vehículo para estabilizarlo en curva.

En materia de seguridad, son de serie desde el acabado de acceso Origin el G-Vectoring Control+, la frenada de emergencia en ciudad con detección de peatones, el control de ángulo muerto y el detector de tráfico trasero, el detector de fatiga, el reconocimiento de señales de tráfico, el aviso y prevención de cambio de carril involuntario, el control de crucero adaptativo por radar y la llamada de emergencia.

También es común a toda la gama el head up display, la nueva pantalla central de 8,8 pulgadas, el climatizador bizona, el navegador, los faros de led delanteros y traseros, y el sensor de parking trasero.

Los otros dos acabados son Evolution (que suma cámara trasera, sensor de parking delantero y acceso sin llave) y Zenith (llantas de 18, faros full led adaptativos y sistema de sonido premium).

Se pueden complementar con los Pack Safety (por 1.000 euros incluye detector de fatiga con cámara, de tráfico delantero y trasero, monitor de visión 360º y asistente de tráfico y crucero) y Pack Black (por 1.800 euros ofrece cuero negro, ajuste eléctrico del asiento del conductor y calefacción en las butacas delanteras).

Exteriormente, el diseño del Mazda3 es una evolución del lenguaje Kodo que se basa en la esencia de la estética japonesa de liberarse de todo lo superfluo y que busca un movimiento "tan natural y placentero" como el caminar, para lo que se han aplicado estos movimientos a la forma de los asientos, la carrocería y el chasis.

Así el Skyactiv-Vehicle Architecture se basa en un bastidor recto y en estructuras continuas en forma de anillo que incrementan la rigidez y reducen el desfase en la transmisión de la energía, maximizando la función de los amortiguadores (la suspensión delantera es tipo McPherson y la trasera de eje semitorsional) y los neumáticos.

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