Nani Roma (Mitsubishi Colt) terminó su participación en el III Rallye de Pozoblanco con un sabor agridulce. En la segunda prueba, disputada ayer domingo, el piloto catalán conseguía la segunda plaza, tras su paisano Xevi Pons (Ford Focus WRC), que fue el dominador de la cita cordobesa, adjudicándose las dos pruebas puntuables para el Campeonato de España de Rallys Tierra. Pero en la primera prueba puntuable, disputada el sábado, Nani Roma fue víctima de un accidente que, de no haber sido por su pericia, pudo haber tenido consecuencias muy graves.

Roma, que había alcanzado la tercera posición de la general y estaba marcando el segundo mejor tiempo, sintió como su coche, que rodaba a alta velocidad a un kilómetro del final del penúltimo tramo de la prueba, impactaba bruscamente con unas piedras.

“Íbamos a 163 kilómetros a la hora y a la salida de una curva nos encontramos con la piedra. El impacto fue impresionante, hasta el punto de que arrancó una rueda al coche. Tuve la suerte de poder desviar la trayectoria a la izquierda, porque de haberme ido para la derecha podríamos estar hablando de otras consecuencias mucho más graves”, comenta el veterano piloto que no acaba de entender cómo alguien puede colocar piedras al paso de una carrera para provocar un accidente.

“De que fue premeditado y hecho a conciencia no cabe duda alguna, porque cinco minutos antes de nosotros pasó el coche de control de la carrera inspeccionando el recorrido y no estaba puesta. Ha sido lamentable, porque tuvimos que abandonar, perdiendo los puntos, y además el coste de los daños es elevado. Pero por encima de todo eso, lo realmente grave es que con estas acciones se está jugando con la vida de las personas. Tanto de los pilotos como de posibles espectadores que puedan estar próximos a la zona del accidente. Me gustaría hacer una llamada a la sensatez de estas personas, por llamarlas de alguna manera”, termina diciendo Nani Roma.