El estudio refleja las ventajas y desventajas de la moto respecto al resto de vehÃculos que circulan por las calles y carreteras europeas.
En un estudio presentado hace unas semanas realizado por la OCU y citado por Mutua Motera, se veÃa que la moto era el vehÃculo a motor que menos impacto medioambiental generaba de toda la comparativa.
En este nuevo estudio realizado por FEMA (Federación Europea de Asociaciones de Motoristas) lo que se ha analizado es el tiempo que tarda cada vehÃculo en un desplazamiento tipo en ciudad, y ello se ha realizado en 16 urbes europeas, en las que se ha medido un mismo recorrido cubierto por cinco tipos distintos de vehÃculo (moto, ciclomotor, turismo, transporte público y bicicleta).
La moto y el ciclomotor ganan de forma aplastante, en una relación de 15 a 1. Salvo en uno de los recorridos, concretamente un trayecto urbano en Marsella de tan solo 6,6 kms, en el que gana la bicicleta por 2 minutos de ventaja respecto a la moto y el ciclomotor, en el resto de ciudades ganan la moto (en 14 ciudades) y el ciclomotor (en una).
En algunas ciudades como en Oslo o DublÃn, la ventaja es enorme, ya que son 48 y 38 minutos, respectivamente, respecto al directo competidor de la motor, el turismo, en sendos trayectos de 27 kilómetros en la primera y 19 kilómetros en la segunda.
En la mayorÃa de las ciudades grandes, como DublÃn, Oslo, Bruselas, Roma o ParÃs, las diferencias rondan una media de una hora por trayecto, lo que en un itinerario tipo de ida y vuelta al trabajo diario implica ahorrar una hora al dÃa, unas 240 horas al año.
Los motoristas recuperan 10 dÃas de vida cada año, tiempo que se perderÃa en atascos encerrados en un coche o autobús mientras se contamina el ambiente quemando combustible innecesariamente.
La media de ahorro si se contabilizan todas las ciudades es de 12 minutos respecto al siguiente vehÃculo mejor clasificado (que en función de la ciudad puede ser la bicicleta, el autobús o el turismo) y si se compara con el coche, el ahorro medio es de 19 minutos por trayecto.
La moto, en resumen, no solo contamina menos y ahorra dinero, y tiene un menor coste de desplazamiento y aparcamiento, sino que también ahorra un bien preciado para el ser humano, ese que jamás se recupera, el tiempo, concluye la Asociación Mutua Motera.
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