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Y el S5 Cabrio aporta la especial experiencia de la conducción a cielo abierto, con algunas diferencias más respecto al Coupe, ya que los motores y las transmisiones son distintas.
El primer descapotable Audi de la nueva era automovilÃstica, basado en el Audi Coupé, fue lanzado al mercado en el año 1991. Su longitud era de 4,37 metros. Entre aquellos y su heredero hay un abismo tecnológico, aunque la tracción a las cuatro ruedas fuera tan eficiente como la actual.
La electrónica ha simplificado las cosas para el conductor y ha permitido que sobre aquel Quattro se puedan manejar 333 caballos (354 en el Coupé) sin problemas e, incluso, los 450 caballos de la versión superior RS. Entre uno y otro, el S5 pasa por ser un coche turÃstico, a pesar de su elevada potencia, bien gestionada, por cierto, con la caja de doble embrague S-Tronic, frente, curiosamente, a la automática de convertidor de par del Coupé, equipado con el motor V8 de inyección directa y 4.2 litros que sirve de base también para el RS y es un derivado del utilizado en el modelo R8.
En el Cabrio se utiliza un motor también de inyección directa pero de seis cilindros y caja de doble embrague, con unas prestaciones que distan muy poco del V8, con la ventaja añadida de que consume menos, a pesar del mayor peso con el que penaliza el techo plegable y los motores eléctricos que se encargan del automatizado de la apertura y el cierre.
De este motor V6 sorprende la forma de empujar en la aceleración. Es consecuencia de la forma de entrega del par. La gran parte de los 440 Newton por metro de este V6, los mismos que en el V8, está disponible a partir de las 2.000 vueltas. El par permanece constante entre las 2.900 y las 5.300 revoluciones.
La aceleración de 0 a 100 km/h se cubre en 5,6 segundos (5,1 en el S Coupé) y el consumo es de 9,6 litros frente a los casi 11 de promedio del V8, sobre el papel, ya que ambos se muestran un poco más glotones.
El motor regala un sonido muy afinado, lejos del caracterÃstico roncar grave del V8, muy confortable desde el punto de vista acústico.
Este S5 es un convertible de cuatro plazas, espacioso por dentro, con una generosa longitud exterior de 4,64 metros y un espacioso maletero de 380 litros ó 320 si la capota está guardada en el maletero, lo que constituye un atractivo añadido en un deportivo que asà ofrece la funcionalidad de una berlina tradicional.
En el diseño, las diferencias son sutiles en relación a las variantes convencionales del A5, de forma que estamos ante un deportivo discreto. La parrilla está pintada en color gris platino, caracterÃstica especÃfica de las versiones S de Audi. El parachoques delantero y el trasero tiene formas realzadas, las carcasas de los retrovisores exteriores están realizadas en color de aluminio y los finales de los dos tramos de escape son ovalados.
El interior tiene una mayor fuerza visual que en el resto de la gama. Está caracterizado por unos asientos de diseño especÃfico, la instrumentación con esferas en color gris y modelos y remates en aluminio. Una destacable contribución en el Cabrio es la entrega automática del cinturón de seguridad en las plazas delanteras.
En la silueta del Cabrio destaca la capota textil, un elemento al que poco a poco están renunciando todos los fabricantes, al sustituirla por techos rÃgidos plegables. La capota, con luneta trasera de cristal y que opcionalmente puede incorporar una capa acústica adicional, se abre en un tiempo de 15 segundos y se cierra en 17, hasta una velocidad máxima de 50 km/h.
El techo de lona se compone de tres capas. Revestimiento exterior, capa intermedia acolchada y revestimiento interior. En el caso de la capota acústica opcional, que reduce el ruido del viento casi al nivel de una berlina, la capa intermedia es sustituida por una espuma de 15 milÃmetros de espesor. En lo demás, las diferencias con un A5 "normal" vienen dadas por el músculo motriz y las especiales condiciones de los trenes rodantes, especialmente adaptados para obtener el máximo rendimiento dinámico, sin que el coche pierda confort y se perciba como un coche de carreras.
El confort, no obstante, domina en todo trance y ello puede constituir un problema cuando se rueda rápido en curva, porque los traslados de masa restan eficacia deportiva al coche. La facilidad de conducción es su caracterÃstica principal, tanto que se puede perder la percepción de peligro, porque las sensaciones de velocidad quedan atenuadas por una pose muy consistente del coche sobre el asfalto y un excelente trabajo de la suspensión. Si hay exceso de velocidad se puede confiar en los frenos, especialmente configurado para aguantar potentes retenciones, aunque el uso intensivo les merma eficiencia.
El fabricante asegura que está preparado para hacer una escapada a las pistas de competición, pero lo cierto es que una incursión en un circuito de velocidad es mejor hacerla con el RS5, mejor adaptado a la intensa fatiga que impone la conducción "racing" en circuito.
En el S5 probado juega a favor el cambio de doble embrague de siete relaciones, muy bien escalonadas, que obtienen del V6 las mejores cualidades. La conducción es favorecida por la tracción integral permanente quattro con distribución variable del par, con una configuración, en situaciones normales del, del 60% en el eje trasero. Si las condiciones de adherencia cambian, el sistema se adapta a la situación con un reparto adecuado de la fuerza motriz.
En curva hay que tener en cuenta que el sistema de tracción integral acentúa el subvirado del coche, por lo que es oportuno hacer una buena frenada para colocar el tren delantero. El trasero seguirá asà con más facilidad la trayectoria. Si se quiere ayuda intencionada de la parte trasera el coche, se puede, pero a costa de balancear el coche y aún asà costará trabajo.
Una de las cualidades de este convertible es su elevada rigidez estructural, debida al sistema de construcción, en el que se han empleado aceros de ultra alta resistencia, especialmente en los estribos laterales, en los largueros, en el túnel central, en los montantes B y en los travesaños de la pared frontal.
Otro importante elemento es el marco macizo de aluminio ubicado entre el habitáculo y el maletero. Si el vehÃculo amenaza con volcar, una serie de actuadores eléctricos liberan el bloqueo de las barras de aluminio, pretensadas mediante fuertes resortes, con lo que se elevan a gran velocidad por detrás de los reposacabezas traseros.
El S5 ofrece al conductor un amplio catálogo de ayudas electrónicas. Dispone del sistema de regulación de la dinámica de conducción ESP con todas sus funciones, ABS, regulación antipatinaje, distribución electrónica de la fuerza de frenado y bloqueo electrónico del diferencial.
El coche se coloca en un segmento de mercado poco concurrido muy selectivo, en el que aterriza un tipo de cliente muy peculiar, amante de las prestaciones y la discreción.
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