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Tras 176,6 kms. realizados el CR-Z sitúa el consumo en 5,3 l/100 kms. |
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Tras iniciar la prueba este miércoles con un recorrido mixto de ciudad, carretera y autopista en el que el nuevo híbrido de Honda desprendió un resultado francamente bueno de 5 litros a los 100 kms, decidimos hacer en la noche del mismo día el habitual tramo de ascenso al Parque Nacional del Teide. En pocas ocasiones hemos hecho este recorrido de noche, puesto que aunque es un “fijo” en nuestras sesiones fotográficas lo solemos hacer de día.
La única diferencia apreciable en hacerlo de noche fue la gran cantidad de insectos que impactaban contra nosotros, no sabemos si por el calor relativo que había (en torno a los 26 grados) o por ser habitual en horario nocturno en la zona. Este recorrido se hizo con dos personas a bordo, las máximas que en condiciones normales puede transportar este CR-Z. Era tal la invasión de insectos que al llegar al Parador tuvimos que “desembarcar” a varios polizones que decidieron unirse a la prueba.
Para quien no conozca la carretera que une La Laguna con las mismas faldas del pico Teide, decir que la carretera dorsal “TF-24” pasa de unos 540 metros de altitud inicial a los más de 2300 de la zona más alta, aunque nuestro punto de retorno en el Parador Nacional se sitúa en unos 2200 metros. Por lo tanto, casi 2 kilómetros de desnivel entre el punto de salida y de retorno, un tramo de máximo consumo. Eso sí, la vuelta por el mismo lugar propicia un consumo ridículo.
Como dijimos, éramos dos personas a bordo y por lo agradable de la temperatura no fue necesario conectar el sistema de climatización, viajando en todo momento con las dos ventanillas a medio abrir. Como referencia, el Toyota Prius marcó en su momento y en idéntico recorrido un consumo de 7,3 litros. El Honda CR-Z se quedó en una más que meritoria cifra de 7,6 litros ¡magnífico!
Como añadido, el Honda subió con dos personas –por una del Prius- y con una temperatura ambiente bastante más elevada, en torno a 18 grados más. El ritmo fue similar en ambos casos.
Restaba la bajada, dónde el Prius a modo de referencia ya sabíamos que había reducido la cifra hasta los 4,4 litros de promedio. ¿Sería capaz el Honda CR-Z de bajar tanto, si tenemos en cuenta que su sistema híbrido no aporta tanta asistencia a la conducción? Pues no. Mientras el Prius obtuvo un promedio de regreso de 1,1 litros a los 100 kms, el CR-Z se tuvo que conformar en quedarse con 2,8 litros a los 100 kms. De aquí se pueden extraer muchas conclusiones, como que el Prius es proporcionalmente mucho más efectivo cuando las condiciones son favorables que cuando no lo son.
En resumen, el Honda CR-Z logró subir hasta el Teide y bajar con dos personas a bordo con un consumo promedio de 5,2 litros a los 100 kms, una cifra que es realmente buena.
De este recorrido me quedo con la facilidad con la que el CR-Z es capaz de tragarse las cientos de curvas que esta magnífica carretera de montaña ofrece; un lugar paradisíaco para quien disfrute al volante de un vehículo o del manillar de una motocicleta. Este coupé no tiene nada que envidiarle en materia de comportamiento a cualquier competidor, siendo seguramente la referencia en este sentido en curvas de tercera o cuarta velocidad. Transmite confianza, apenas balancea sin tener que sacrificar duramente el confort y su directa dirección termina de completar un pastel de lo más apetecible. Francamente, bajando el puerto de montaña he disfrutado como hacía tiempo no lo hacía con un vehículo de prueba.
El próximo test de consumo consistirá en recorrer la autopista del sur, saliendo del auditorio de Santa Cruz y llegar al aeropuerto Reina Sofía, para de nuevo regresar por el mismo camino. Se lo contaremos en la noche del jueves. Hasta entonces.
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