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El nuevo Toyota Auris HSD en el punto intermedio de la primera etapa, el Parador Nacional del Teide. |
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Del Toyota Auris HSD comenzamos a hablar allá por Julio del pasado año, cuando el fabricante japonés número uno del mundo decidía romper su alianza con Isuzu para centrarse en la producción de sus nuevos vehículos híbridos. Dos meses después veríamos –en primera persona- la premier mundial del modelo durante el Salón Internacional de Frankfurt (enlace).
Ha pasado un año en el que hemos podido ver y leer muchas cosas del nuevo híbrido de Toyota, lo que nos hacía desear cada vez con más ganas echarle el guante a este compacto que, por cierto, es el primero en su categoría. Este pasado fin de semana pudimos hacerle casi 700 kilómetros de los que extrajimos muchos datos. Te los contamos con detalle en tres artículos, siendo éste el primero de ellos.
Con el “rey” de los híbridos como referencia, su hermano mayor el Prius.
Como la mayoría de nuestros lectores recordarán (y si no, le recomendamos que visite este enlace). en MotorCanario sometimos las pasadas navidades al nuevo Prius a nuestra popular prueba de larga duración. En ella, además de recabar toda la información posible a cerca de las bondades o defectos de cara a un uso diario, llevamos a cabo una exhaustiva prueba de consumo que arrojó una cifra final media de 4,2 litros a los cien kilómetros, apenas tres décimas por encima de lo indicado por el fabricante.
El nuevo Auris HSD tiene mucho en común con el Prius, siendo ser su parte híbrida prácticamente un calco entre ambos. ¿Para qué cambiar algo que funciona tan bien? Sin embargo, como desvelaremos en MotorCanario, no ofrecen un resultado apreciado idéntico. Pero vayamos paso a paso.
Antes de comenzar con las pruebas de consumo, decidimos que sería bueno dedicar un par de horas en aclimatarnos nuevamente a la conducción de un vehículo de estas características. Y no porque conducir un híbrido te pida un curso de conducción, ni nada por el estilo. Más bien para quitarnos vicios y malos hábitos que, lo admito, soy propenso a adquirir.
Dicho y hecho. En apenas 50 kilómetros ya había descubierto ciertos detalles que me servirían de cara a las pruebas de consumo, como por ejemplo, la forma en que el ordenador decide cuándo y de qué forman interactúan los motores entre sí (el térmico y el eléctrico).
Completado este período de “reciclaje”, nos dispusimos a completar la rutina habitual previa a la prueba: comprobación de niveles, presiones de los neumáticos y llenado del depósito con combustible BP Ultimate.
Primer destino, el Teide.
Saliendo desde el habitual punto de partida del campo de Golf de Guamasa (La Laguna), el recorrido inicial nos llevaría a repuntar el Parque Nacional del Teide hasta el parador nacional que allí se encuentra y, de nuevo, vuelta al punto de partida.
Las frías cifras anuncian perfectamente la dureza del recorrido: se pasan de los 560 metros de altitud sobre el nivel del mar a los casi 2.400 metros máximos, con un descenso del nivel de oxígeno en el aire importante, con lo que ello supone en la merma de rendimiento termodinámico.
En total, algo más de 128 kilómetros divididos en parte iguales, con el punto de retorno justo a la mitad del recorrido. El Auris HSD transportaría en esta ocasión a dos pasajeros, en lugar el único conductor del Prius y por la temperatura habitual de la época (unos 23º en todo el recorrido) nos obligó a conectar el climatizador y, por ende, hacer funcionar el compresor de aire acondicionado. Es decir, las condiciones no eran a priori nada favorables para el Auris respecto al Prius.
Así, temerosos de dejar en vergüenza al recién llegado nada más comenzar, los primeros sorprendidos fuimos nosotros al ver que durante el ascenso la cifra de consumo medio indicada por el ordenador de a bordo se situaba en márgenes similares a los que recordábamos en el Prius, es decir, en torno a los ocho litros. Como se puede ver en las gráficas que adjuntamos, el ritmo no fue en ningún momento diferente al que cualquier conductor medio impondría en unas condiciones similares.
Sinuosa por tramos y rápida en otros, pero siempre –o casi siempre- sobre un asfalto impecable, la carretera TF-24 o “dorsal” es un lujo para cualquier apasionado de la conducción. Y cómo adelantamos al inicio de este artículo, el Auris nos ha deparado resultados que no esperábamos. Suspensiones, dirección… el tacto general de conducción tiene cierto tufillo a deportivo. Es, sin duda, el más deportivo de los Auris actuales. ¡Y es el “eléctrico”!
No quisiera profundizar aún demasiado en el aspecto dinámico del nuevo Auris HSD, por lo que con las pinceladas que he adelantado les abro el apetito para el próximo artículo. Les aseguro que este nuevo híbrido de Toyota aporta un cúmulo de sensaciones que nunca antes otro híbrido o eléctrico nos ha aportado.
El consumo, foco principal de nuestra prueba, fue en el primer tramo inicial de ascenso de 7,1 litros. Una buena cifra para cualquier turismo de gasolina si sumásemos la subida y la bajada. Pero al HSD aún le restaba completar el descenso, por lo que esto prometía arrojar un balance final sobresaliente.
Los más de sesenta kilómetros casi plenos de pendiente descendente hicieron bajar el consumo hasta los 4,7 litros finales de media. Una buena cifra, pero para nuestra sorpresa fue algo superior al del Prius, que en su momento arrojó 4,4 l/100 kms.
Pinchar en la foto para ver en formato PDF.
Si analizamos de forma detallada las cifras y “tirando” de las gráficas que nos arrojó el Prius en diciembre pasado, nos damos cuenta de tres cosas. La primera, que la temperatura exterior era claramente inferior (unos 18º) por lo que no fue necesario conectar el climatizador; la segunda, que en esta ocasión llevábamos un pasajero de más, con la penalización que ello supone en el tramo de subida; y tercero, que con el Auris hicimos un recorrido ligeramente mayor. Para nosotros, la clave ha estado en este tercer condicionante. Me explico: con el Prius llegamos hasta Montaña Blanca, lugar que pasamos de largo con el Auris y a partir del cual pasamos de ascender a descender (el parador está en la cuenca de la depresión). Esto explica que el Auris haya llegado al Parador con menor consumo que el Prius a Montaña Blanca (7,1 en el Auris por 7,3 en el Prius), toda vez que a la vuelta, en ese tramo que se supone de descenso, el Auris tiene que completar inicialmente un ascenso relativamente pronunciado y extenso en el que el consumo se ve ligeramente penalizado.
De aquí hemos podido extraer más conclusiones del nuevo Auris HSD, que se confirmarían posteriormente, como que el Hybrid Sinergy Drive de Toyota es inigualablemente eficaz en un uso urbano pero no tanto o no tan brillante en carreteras rápidas o autopistas. De otra forma, este tramo diferencial de más que completamos en el Teide y que suma tanto de subida como de bajada debería quedar compensado, pero no fue así.
En definitiva, primera prueba superada con nota pero sospechosamente ligeramente peor que el Prius en cifras de consumo, aunque posicionándose como un vehículo con un carácter más dinámico.
¿Cómo se ha comportado el Auris en las otras dos pruebas, la urbana y la de autopista? La respuesta, en los próximos días.
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Gráficas detalladas de la prueba.