Retocado y perfeccionado por el nuevo propietario de la marca sueca, el fabricante artesanal holandés Spyker Cars, el 9-5 se incorpora al mercado de turismos de gama alta con un nuevo lenguaje de diseño que rebosa formas aeronáuticas con las que los diseñadores e ingenieros de la compañÃa están muy familiarizados, porque no hay que olvidar que el origen de Saab es la construcción de aviones.
El sabor y ambiente aeronáutico está en prácticamente todos los rincones del nuevo modelo y ello le proporciona los rasgos diferenciadores y exclusivos sobre el resto de sus competidores, que se atiene a patrones más comunes de diseño y construcción. El diseño es moderno que no olvida sus raÃces, según Simon Padian, director de Diseño de Saab.
El diseño del nuevo Saab 9-5 gira alrededor del una parrilla cuya geometrÃa está inspirada en la toberas de admisión de los aviones de combate, de la misa forma que las lÃneas que forman la cabina, de rasgos muy similares a las de una aeronave.
La calandra y las tomas de aire de la parte inferior del faldón delantero tienen figuras aeronáuticas, mientras las ópticas curvas están inspiradas en los bloques de hielo.
El frontal muestra un estilo envolvente, con una parabrisas y pilares delanteros disimulados que crean el aspecto de la carlinga de un avión de caza. El fabricante recuerda, además, que toda la zona recuerda al clásico modelo 900 de la marca.
La silueta, marcada por la forma de un stick de hockey los perfiles de cabina de avión, que caracterizan los marcos de las puertas de acceso y dan en la parte trasera un claro aspecto de coupé de dos puertas, tiene una fuerte personalidad que se prolonga a una trasera redondeada, elegante, realzada por una huella de luz lineal que recorre todo el contorno superior de la zaga.
Todas las superficies del coche son suaves y redondeadas, sin las estridencias y tensiones en las lÃneas que han caracterizado los últimos diseños del mercado.
En el interior, el clima es también aeronáutico y todo está diseñado y orientado hacia el conductor, que tiene al alcance de la mano todos los controles del coche, agrupados alrededor del volante y en la consola central, con una distribución fácil de recordar para encontrar el control de mando necesario en cada momento prácticamente sin mirar.
La consola de relojes frente al conductor tiene ciertas similitudes con la de los aviones y en todo dominan os colores blanco y verdes, éste último el utilizado en el visor de datos del parabrisas (HUD: Head Up Display), que tiene una orientación que produce, en algunas posiciones del coche, reflejos en el cristal delantero.
El habitáculo recibe a los pasajeros con una ergonomÃa de alto nivel, con butacas que dispensan un excelente trato fÃsico a los ocupantes, incluidos los traseros, salvo el que viaje en el centro de la banqueta, zona que prescinde de las formas ergonómicas para recibir al quinto pasajero.
Los viajeros de la zona trasera disponen de su propio control sobre el audio y las opciones multimedia del coche, que puede ofrecer la visión de producciones en DVD.
La berlina ofrece un maletero funcional, dotado con un sistema de guÃas bien diseñado que facilita la sujeción sin que importe el volumen y la forma de la carga.
Aunque es el primer modelo que comercializa Saab desde que la marca fue comprada con Spyker, el desarrollo proviene de General Motors, y por ello comparte algunos componentes, entre ellos parte de los motores, un verdadero problema en el caso de los diesel, si ha de tenerse en cuenta la posición que la marca quiere dar a este modelo en el mercado de gama alta.
El punto débil de la versión probada está en el motor, un diesel eficiente pero poco refinado que es heredado de la anterior etapa de la marca, ya que se trata del 2.0 turboalimentado utilizado por General Motors en sus modelos europeos.
El propulsor es ruidoso en baja y transmite a los pedales una fuerte vibración, impropia de un turismo que quiere situarse entre los refinados del segmento de gama alta, entre los que existen opciones que marcan un refinamiento ejemplar y a seguir, además de una eficiencia superior.
No obstante, a velocidades medias de crucero, el motor mejora la acústica y las vibraciones y responde, si en la conducción se evitan las brusquedades, con un interesante consumo de carburante.
La transmisión, en este caso, en la manual de seis relaciones, bien escalonada, que obtiene un buen rendimiento del motor, que admite cierto uso deportivo.
Para lograr lo mejor del motor es conveniente no apurar las dos primeras marchas, lo que también redunda en una mejora acústica en el interior del coche.
Sorprende en el nuevo 9-5 el ajuste deportivo del chasis. Con reacciones un poco secas de la suspensión, el bastidor responde con una agilidad notable, con un único punto débil en la dirección, excesivamente asistida, tanto que en la conducción rápida en curvas se llega a perder información de la posición del tren delantero.
Los frenos cumplen con retenciones eficaces que transmiten confianza al conductor. En este punto, el ajuste del chasis hace una gran contribución, porque controla la transferencia de masa al eje delantero.
Fabricado en la factorÃa sueca de Trollhättan (Suecia), el 9-5 de nueva generación sustituye al lanzado al mercado en el año 1998, un modelo que tuvo actualizaciones en los años 2002 y 2005.
En precio, se coloca en la parte alta del segmento, en el que el comprador dispone de opciones de compra de mejor relación calidad-precio-prestaciones.
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