Las preferencias de los consumidores han obligado a Land Rover a satisfacer una parte de la demanda -al menos en el segmento de los todoterreno más pequeños- que este fabricante ha convertido en SUV ligeros y, ahora, aún más edulcorados con su primera tracción a sólo dos ruedas.
AsÃ, el Freelander 2 de tracción delantera entra en un segmento cada vez más competido, ya que el mercado europeo de los "sport utility" con tracción a las dos ruedas representa el 23 % del total del segmento.
El Freelander de tracción 4x2 se distingue por la grafÃa eD4 y está equipado con el nuevo motor 2.2, más silencioso y eficiente, configurado en dos potencias: 150 CV y 190 CV.
La variante de 150 CV, aunque también es utilizada por alguna versión de tracción integral, está reservada a los 4x2. Estos, al ser más ligeros, aprovechan mejor la potencia y par de este 2.2, hasta el punto de que en las fuertes aceleraciones se llega a perder motricidad.
En términos de eficiencia, unos cuantos kilos menos, los que se ahorran de la mecánica 4x4, favorecen un menor consumo, pero sobre todo el sistema de parada y arranque Stop/Start, que por sà mismo puede generar ahorros superior al 15%. Con estas dos medidas, este Freelander consume menos y, consecuentemente, incrementa de forma notable la autonomÃa.
El Freelander 2, un modelo veterano en la gama de Land Rover, ha sido renovado en la entrega 2011 del modelo. Los cambios en el exterior mejoran la apariencia. Estrena un nuevo conjunto de paragolpes delanteros y embellecedores, que incorporan las luces antiniebla, además de dos nuevos acabados de la rejilla delantera, nuevas llantas y nuevos retrovisores, que son un 10 % más grandes.
En el interior del habitáculo hay un nuevo estilo de asientos con nuevas tapicerÃas, en esta versión de tela, agradable al tacto y confortable.
Con este asiento (en la unidad probada con ajuste manual de 6 movimientos) caracterizado por una estructura para reposar la zona lumbar y la espalda, se pueden afrontar largos viajes, con una elevada posición en el caso del conductor desde la que se domina lo que ocurre alrededor.
El resto del habitáculo mantiene la seriedad y elegancia del diseño, especialmente del tablero de a bordo, con una notable calidad percibida, aunque esta es una versión casi básica.
Otro de los cambios es el cambio de logotipo, ya que del oro sobre verde, pasa al plateado sobre verde, una combinación que la marca considera más contemporáneo.
El cambio más importante es el operado en el motor, ya que el 2.2 que antes proporcionaba 163 caballos de potencia ha sido dividido en dos, uno con 150 CV para las versiones eD4 y TD4 y otra superior de 190 CV para las variantes sD4, actualizadas a las normativas de emisiones europeas. Además, el nuevo motor para el Freelander 2 es compatible con el 10% de biodiesel en lugar del 5%.
En ambos casos, el motor proporciona un incremento del par en 20 Newton por metro, para llegar a una cifra total de 420 Nm. Ambas versiones tienen un nuevo turbocompresor de geometrÃa variable y están recalibrados para ofrecer los nuevos niveles de potencia, cumplir las normativas de emisiones y reducir el CO2.
Uno y otro están equipados de seis con un filtro de partÃculas diesel catalizado (CDPF), y ello permite mayores niveles de recirculación de gases de escape, la reducción del NOx en un 28%, y la reducción de partÃculas (PM) en un 80%.
El nuevo turbocompresor de geometrÃa variable ha sido desarrollado especÃficamente para este motor y ahora tiene un sistema de refrigeración por agua que le permite funcionar a una temperatura más alta.
El motor también ha sido equipado con una nueva central de gestión más potente para dar respuesta a las mayores exigencias en cuanto a emisiones. Un nuevo colector de escape fabricado en acero reemplaza el componente anterior de hierro fundido para mejorar la eficiencia. Las emisiones de CO2 en el caso del de 150 CV se sitúan en los 165 gramos por kilómetro.
Ello supone una notable reducción en relación a la anterior versión, ya que el consumo se sitúa en esta versión en 6 litros de promedio, lo que supone un 11,7% menos que el TD4, que ya mejora el consumo respecto al motor anterior un 9% en el caso de la transmisión manual.
A estas reducción también ha contribuido la utilización, de serie, del sistema Stop/Start, el primero introducido en un vehÃculo 4x4.
Su funcionamiento ha evolucionado hasta ser ahora muy suave en las operaciones, especialmente la de arranque, y es que, según explicaciones de la marca, la mejora se debe a un sensor bidireccional que establece más rápidamente la posición del cigüeñal y reduce la duración del ciclo desde los 900 milisegundos hasta los 700, lo que es una mejora del 22%.
La caja de cambios manual de 6 velocidades también ha sido desarrollada especialmente para el Freelander 2, con el fin de incrementar la eficiencia general del tren motriz.
La propulsión de este Freelander eD4 se basa en el actual sistema de tracción 4x4 del modelo, pero en el que ya no son necesarios la unidad de transferencia conectada en el lado derecho de la caja de cambios, el árbol de transmisión, el diferencial trasero, los palieres traseros y el autoblocante Haldex.
Sin estos elementos mecánicos el Freelander se queda en un ligero 4x2, porque son 75 kilos menos, que se perciben claramente cuando se conduce.
El Freelander 2 sD4 se caracteriza por unas respuestas a las órdenes del acelerador instantáneas y rápidas en evolución y con una mejora de la respuesta acústica en estas fases.
El motor empuja con claridad y recupera de forma excepcional, y genera ahorros en operaciones de cambio de marcha. No obstante, si se abusa del acelerador se puede perder motricidad, porque el par es muy elevado. La suavidad con el acelerador es la mejor forma de obtener el mejor rendimiento de los 420 Nm.
Sobre el asfalto o fuera del él, pero sin adentrarse en las complicaciones, el Freelander nos ofrece una elevada filtración de las irregularidades del suelo.
La evolución del coche en los giros es otra cuestión. El coche nos responde con inclinaciones de la carrocerÃa y en aceleraciones y frenadas con desplazamientos de peso algo acusas hacia los ejes trasero y delantero. Lo mejor es hacer una conducción turÃstica para evitar estas incomodidades.
En lÃnea recta, la rodadura es similar a la de un turismo, confortable en suspensión y en acústica si se circula a velocidades de crucero que exijan mucho giro al motor.
El Freelander 2 de tracción delantera es una razonable opción de compra para uso familiar. El coche es muy amplio para viajeros y equipaje, con unas dimensiones exteriores contenidas.
En precio, 30.000 euros parecen demasiados para tratarse de un SUV mermado de sus capacidades naturales y, además, de ser ésta una versión limitada de equipamiento. No obstante, es uno de los mejores "sport utility" del mercado y la marca asà quiere situarlo.
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