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Un ejemplo de esta atrevida longevidad es la del Renault Espace,
el monovolumen familiar pionero en Europa, que tuvo sus momentos de
gloria. Hoy, acompañado en su decadencia global segmento, esta
sugestiva creación de la marca del rombo ha visto interrumpir la
reglamentaria renovación por los efectos de la crisis económica,
pero los responsables de la marca no cejan en su empeño y apuntan
que el nuevo Espace o Grand Espace verá la luz.
Entre tanto, Renault ha aplicado algunas modificaciones muy
sutiles en la gama actual, que en su diseño básico, pese a los años
que han pasado, tiene el mérito de mantener una cierta frescura
modernista.
Se está repasando un coche ya muy contrastado, pero que en los
sucesivos contactos que se han mantenido con él sigue aportando
sensaciones muy gratificantes. Es una vieja gloria, en la que, como
acepción, predomina más el sustantivo que el calificativo.
Este reencuentro con el Renault Espace, en su versión de batalla larga o Grand Espace reafirma, mucho más en lo práctico que en lo
estético, la validez de estos monovolumenes grandes como referente
de movilidad familiar.
Por ir a lo más concreto, para este prueba con mucho de
retrospectiva, se ha seleccionado la versión con el nuevo motor
diesel 2.0 dCi y una potencia de 150 CV, que, en orden meramente
numérico, está muy ajustada a las prestaciones que se esperan.
Antes de entrar en los detalles de percepciones, mencionar que
Renault no ha eludido en el "viejo" Espace o Grand Espace la
modernidad del reto de reducir consumos (Euro 5) y emisiones, y en
una última reubicación de la gama, se ha procedido a incluir
mecánicas más ahorradoras y respetuosas con el medio ambiente, hasta
el punto que algunas opciones han podido bajar el tramo de abono del
Impuesto de Matriculación.
Para sugerir una renovación estética se han añadido al
equipamiento los faros LED en toda la gama, asà como cristales
sobretintados, llantas de aluminio oscuras y nuevos colores de
carrocerÃa.
En el interior se ha buscado también la conjunción de elementos
lúdicos y prácticos. Entre los primeros destacan el equipamiento de
serie en toda la gama del equipo de radio con CD y MP3, una sensible
mejora en la calidad de los equipos de sonido, el sistema de
telefonÃa de manos libres Blue Tooth y como opción un sistema de
navegación Carminat Tom Tom Live actualizado a la última.
Este sistema de navegación es de muy sencillo manejo y describe
la ruta con bastante exactitud, al tiempo que el dibujo de la
información permite asegurar el cumplimiento de la ruta con un alto
grado de fiabilidad. La información se plasma en una pantalla de
siete pulgadas en la zona central del salpicadero, bien visible,
mientras que la selección de rutas no encierra dificultades y, tras
los primeros escarceos, el manejo de la botonadura se hace de forma
instintiva.
De los elementos prácticos, la novedad llamativa es una nueva
tapicerÃa, de teflón, que facilita el lavado de la misma y se hace
muy cómoda para los niños. El cuero sigue siendo una opción en las
versiones más altas de equipamiento.
El Renault Espace-Grand Espace creó estilo en los sistemas de
modularidad para los asientos, con amplios repliegues y despliegues
de los mismos, que permiten un amplio margen para ampliar o reducir
el espacio libre para carga.
Las personas tienen un amplio espacio para viajar y la posición
sobreelevada del habitáculo facilita una visión panorámica muy
agradable en cualquier tipo de trayecto.
En cuanto a carga repercute favorablemente en la misma una amplia
y bien distribuida zona de huecos portaobjetos y un maletero que,
para el Grand Espace, aún con tercera fila de asientos, dejan una
zona libre de 456 litros. Con dos filas de asientos y cinco plazas
de pasaje, las posibilidades de repartir carga son sencillamente
sorprendentes.
El comportamiento del motor trasluce, ya de primeras, un
refinamiento basado en un silencio que no se rompe ni con el
propulsor en frÃo. La sensación de entrega de fuerza llega con una
leve subida de vueltas, pues, desde tan solo 1.500 revoluciones, ya
se deja notar una buena capacidad de respuesta y de recuperaciones.
Por contra, puede que la gran masa del coche y una aerodinámica no
muy bien perfilada influyan algo en una aceleración en salida parada
algo tarda en reaccionar.
La aerodinámica y esa masa no ayudan, desde luego, en el factor
consumo, pues en la prueba, en su inmensa mayorÃa por tramos de
buena carretera, gastó un promedio de 8,5 litros. En su descargo:
bastante equipaje y uso de climatizador a tope para combatir los
rigores de la circulación veraniega.
La construcción de la Espace-Grand Espace no es óbice para que se
resalte en este monovolumen una rodadura muy sólida, noble en todo
momento, con una dureza de la amortiguación que se adapta fielmente
a la orografÃa de la ruta y, en este caso, como añadido, absorbe con
absoluta naturalidad las condiciones especiales de carga. El modelo
no ha disminuido un ápice su aplomo y exactitud en la trazada de las
curvas.
Otros componentes, como dirección y frenos, renuevan esa eficacia
en ambos casos que se puso de manifiesto en pruebas anteriores. La
primera con ese punto justo de dureza y de precisión para colocar el
coche. Los segundos, con unas acciones rápidas y decididas, que
paran el coche en tramos tirando a cortos, asà como una resistencia
notable a la fatiga.
Queda el precio. Sobre el apartado, el propio fabricante señala:
hoy en dÃa Espace se vende porque es nuestro alto de gama Renault y
está ahora situado al mejor nivel tecnológico, pero no por su
posicionamiento en precio. Queda todo dicho a interés de parte.
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