Con esta trayectoria, Volvo llega al lanzamiento de su último modelo, el V40, sustituto de los actuales S40 y V50, convirtiéndolo al margen de diseño y concepto arquitectónico, en el paradigma de la seguridad, con la incorporación de serie de todo un catálogo de ayudas electrónicas a la conducción y una novedad mundial, la del estreno del primer airbag para peatones.
En cualquiera de sus versiones está presente este sistema que en el caso nunca deseable de un atropello dispara un sistema pirotécnico que infla una bolsa de aire que emerge de la parte superior del capo para cubrir las partes más duras que rodean el parabrisas.
La bolsa de aire se infla casi al mismo tiempo que actúa el dispositivo que eleva el capó del motor para evitar que el peatón reciba el impacto de la parte superior del motor.
Este sistema trata de restar gravedad a las lesiones en caso de atropello, pero puede que no haga falta, porque el V40 también incorpora un nuevo sistema de detección de peatones con frenado automático total.
La detección de peatones con frenado automático, no disponible en ningún otro coche del segmento del V40, se basa en un radar integrado en la parrilla del vehÃculo, compartido por otros sistemas de seguridad del vehÃculo, y una cámara situada en frente del espejo retrovisor interior y una unidad de control central.
La tarea del radar consiste en detectar cualquier peatón o vehÃculo situado delante del coche al tiempo que calcula la distancia existente entre ambos, y la cámara determina de qué tipo de objeto se trata. Detecta peatones de 80 centÃmetros de altura, como mÃnimo.
El sistema, en caso de emergencia, envÃa una advertencia sonora al conductor acompañada de una luz parpadeante que aparece en el parabrisas, y si asà el conductor no reacciona al aviso y el impacto es inminente el dispositivo ordena toda la potencia de frenado hasta para el coche, siempre que la situación sea a menos de 35 km/h. Si fuera superior la velocidad, el sistema frenará el coche todo lo posible para atenuar el impacto.
El criterio es el mismo para el sistema anti colisión urbano City Safety, ya estrenado en el XC60, pero en este caso mejorado para evitar alcances a mayor velocidad, hasta los 50 km/h (antes hasta 30 km/h).
Los Volvo equipados con City Safety se ven implicados en aproximadamente un 20 % menos de accidentes traseros que los coches con frenado automático.
Y este sistema, como el resto de los embarcados, hace que un Volvo de última generación como es el caso del V40, reduzca hasta en un 50 % la posibilidad de salir herido de un incidente.
Esta es una conclusión probada por la extensa base de datos de accidentes de tráfico manejada por el departamento técnico de la compañÃa que examina cada accidente en el que está involucrado un Volvo. A este resultado se ha llegado tras el análisis de los datos recopilados desde el año 2000.
Volvo asegura que el V40 es el vehÃculo más inteligente y seguro de su historia, completado con una larga lista de ayudas a la conducción, como el control de velocidad constante adaptativo y el control de distancia, el sistema de advertencia de cambio de carril táctil, un dispositivo de asistencia de aparcamiento, el reconocimiento de señales de tráfico, las luces largas activas y un sistema de radar para tráfico cruzado en la parte trasera que alerta de los coches que se aproximan por uno y otro lado del coche en las maniobras de marcha atrás.
Además de paradigma de seguridad, el V40 es un arma repleta de argumentos para enfrentarse a los modelos de gama alta del segmento compacto.
Un argumento poderoso es el diseño, con el que la marca ha sido capaz de hibridar un concepto tradicional como el de las berlinas de tres cuerpos y cuatro puertas, el familiar de formato "station wagon" y el turismo compacto de cinco puertas.
El diseño es una extensión del que caracteriza a los XC60 y V60, pero con algunos de sus rasgos aún más acentuados, especialmente los que definen el frontal y dan forma a los hombros y al plano trasero.
Los trazos en el capó, la forma de las ópticas delanteras y su ubicación en los extremos, potencian la anchura del coche y marcan el inicio de la lÃnea de carácter que traza una silueta que va de menos a más altura, dando un corte coupé a la figura.
En la trasera es caracterÃstica la lÃnea de caÃda del plano más elevado, hasta la lÃnea de cintura, para caer a partir de ahà en vertical. En esa lÃnea de intersección de los dos planos traseros está muy pronunciada la curvatura de los hombros, acentuada por el trazo de las luces posteriores, más pronunciadas que las de la gama 60.
El interior lleva la inconfundible firma de Volvo. Los asientos, para empezar, pueden ser catalogados como los mejores del segmento. La ergonomÃa es muy similar a la de todos los modelos de la marca. Son una firma inconfundible en Volvo y su gran virtud es la de tratar la posición como ninguno, especialmente la de la espalda.
La gran novedad interior es el nuevo panel de instrumentos, cuyo sello caracterÃstico es la de ser virtual. El panel de instrumentos está basado en una pantalla de cristal activa TFT que supone una nueva presentación de la información que es personalizable en contenido y en presentación, con tres modos diferentes de iluminación.
El modo Elegancia muestra una iluminación ámbar, el Eco exhibe un eco-medidor en el lado izquierdo del cuadro y las informaciones de consumo y torna la luz al verde cuando la conducción es eficiente, y el modo rendimiento se muestra en tono rojo con un tacómetro en el centro que sustituye al indicador de velocidad de los otros modos y un indicador informa al conductor sobre cuánta potencia hay disponible y cuánta se está utilizando.
Y en la parte superior del tablero central una pantalla de 5 o 7 pulgadas, dependiendo de las opciones elegidas, ofrece información de los sistemas multimedia y de configuración de algunos dispositivos, como el City Safety o la detección de peatones.
En la parte motriz, la versión probada corresponde a la básica de la gama y a la más razonable, dado el rendimiento mostrado durante una larga prueba de más de 2.000 kilómetros.
Se trata de la equipada con el motor diesel 1.6 de 115 caballos de potencia, uno de los propulsores desarrollados conjuntamente por Ford y el grupo PSA cuando Volvo pertenecÃa al primero (ahora la marca sueca es propiedad de la automovilÃstica china Geely).
Con este motor, Volvo logra un rendimiento oficial de 3,6 litros de consumo ponderado y 94 gramos de CO2 por kilómetro, una excelente marca que en el mundo real, con una conducción variada, urbana y en carretera, sube a algo más de 5 litros. Al bajo consumo contribuye, sin duda, el sistema de parada y arranque Start and Stop.
Con un precio del carburante como el actual, esta es la opción de compra más inteligente, enriquecida por unas prestaciones dinámicas muy ágiles, las del motor y las de todo el conjunto.
Este motor, caracterizado por sus sonidos metálicos, se exhibe muy silencioso en este caso. Está muy bien aislado del interior, quizá mejor que el ruido de rodadura que invade el ambiente vital del V40. El sonido del motor puede llegar a desaparecer en regÃmenes de crucero.
El motor 1.6 proporciona prestaciones suficientes para la conducción habitual, sin merma de la agilidad necesaria para rodar a ritmos elevados. No es un prodigio en aceleraciones, pero los tiempos de cronómetro son más que suficientes para moverse sin complejos entre coches muchÃsimo más potentes.
La versión probada es la equipada con cambio manual de seis velocidades bien escalonadas que no necesita de una constante utilización para recuperar rendimiento, porque los casi 300 Nm de par del propulsor y su entrega a partir de las 1.750 vueltas ahorran muchas operaciones de cambio.
El fabricante ofrece la caja de doble embrague Powershift, una posibilidad no probada aún pero que ya utilizada en algunos modelos de Ford se muestra como la opción más interesante por rendimiento dinámico y consumos.
Todo está empaqueta sobre un chasis de probada eficiencia dinámica, porque es un derivado del utilizado para el Ford Focus, evolucionado por Volvo.
El bastidor pertenece a esa clase de selectos diseños que crean la sensación de rodar sobre raÃles cuando se trata de hacerlos en recorridos en curva.
La dirección, de asistencia eléctrica, exhibe un buen ajuste y se encarga de dar órdenes muy directas que son cumplidas fielmente por el tren delantero, que hace que rápidamente se coloque el trasero creando esa sensación única de agarre a la lÃnea de la curva.
El V40 puede ir muy rápido en los pasos por curva y es muy consistente en lÃnea recta, con un ajuste de suspensiones muy equilibrado y firme, la razón por la que quizá genera un mayor ruido de rodadura en el tren delantero.
En general, el V40 es un coche de conducción confortable desde el punto de vista ergonómico y muy seguro desde el dinámico, con sensaciones al volante equivalente a las de sus competidores más selectos, al margen de las ayudas electrónicas a la conducción y la amplitud de sus sistemas de seguridad.
Con el acento puesto en el diseño y, sobre todo, en la seguridad, el V40 se pone a la cabeza del segmento de los compactos de gama alta, salvo que se tenga en cuenta el valor de la marca, porque en este punto el de Volvo dista, aunque cada vez menos, de Audi, BMW o Mercedes Benz.
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