Golf y GTi son términos indisolublemente unidos, aunque el segundo acrónimo es algo más reciente que el de Golf; no mucho: sólo tres años menos, lo que supone que el Golf GTi tiene la juvenil edad de 37 años y la tarjeta de presentación de 1,9 millones de unidades vendidas desde la salida de fábrica de la primera unidad. Pocos pueden ofrecer semejante currÃculo.
Son ya, pues, siete las generaciones de este modelo emblemático de Volkswagen, siempre de la mano de ese valor añadido que es GTi y, en esta última hornada, no podÃa faltar el baile al mismo son. Que el séptimo Golf es el mejor de la historia, pues el GTi se apunta al compás. Y la verdad es que la versión deportiva apunta, tras este primer test, excelentes maneras, dignas de un modelo votado como el último Coche del Año en Europa.
El éxito es sinónimo de conservadurismo y si el Golf VII va en ese sentido, el GTi no se desmarca ni un milÃmetro de la estrategia de los despachos y los departamentos de ingenierÃa. Bueno, salvo esa fidelidad a los rasgos externos distintivos de la serie, como la siglas en los puntos estratégicos de la zaga y laterales de la carrocerÃa, el doble tubo de escape, la franja roja rodeando la parrilla, el borde negro en la luneta trasera. Resultonas, que no recargadas, quedan las llantas con su dibujo multirradio y apariencia de lacado.
Y, por dentro, en la cabina, el volante deportivo envuelto en cuero con cosido rojo, los asientos rácing y el pomo de la palanca de cambios con forma de pelota, de eso, de golf.
Más cosas; como un guiño al pasado, la nueva tapicerÃa con dibujos a cuadros, en una complicidad muy de estilo escocés, que ya se vio en la primera generación bajo el nombre de "jacky" y que ahora toma el de "Clark.
Estos asientos, fiel a la tradición Golf GTi, resultan cómodos, de excelente sujeción lateral y frontal y, como opción, se pueden elegir en diseño de tela con los laterales y los reposacabezas en piel Alcántara.
Fiel asà mismo con una rotundidad rayana en el fanatismo, este coche, en el interior, se dota del sentido práctico por encima de cualquier otra consideración más acorde con el lujo. De esto último, se acaso, unos bordes cromados en el salpicadero, los pedales en aluminio y el añadido de unos paneles luminosos laterales en rojo, más efectistas que efectivos.
La vida a bordo es plácida si se quiere conducir con tranquilidad y el espacio mantiene el buen tono que, desde siempre, y tratándose de una versión deportiva, se ha tenido. Cuatro pasajeros viajarán bien, con las distancias en justa medida para la comodidad de las piernas y lo mismo puede decirse de la cabeza respecto al techo. En la unidad probada, de carrocerÃa de tres puertas, se han constatado estos aspectos. Por cierto, la carrocerÃa de cinco puertas se puede solicitar por encargo con el sobrecoste de 645 euros.
El maletero tampoco cambia y aloja hasta 380 litros de carga, incluso con rueda de repuesto de emergencia. Una mayor amplitud es posible gracias a la función de abatimiento de la fila trasera.
El primer vistazo al Golf GTi ha quedado, pues, cumplimentado con la solvencia que siempre ha mostrado el modelo para los recursos decorativos made in GTi. Pero, por dentro, quedan todavÃa excelentes recursos.
El primero de ellos es el motor, el 2.0 TSI con potencia de 220 CV, una decena más que en la anterior generación que, a simple vista numérica, parecen insignificante, pero que en materia de rendimiento ha supuesto un salto muy importante, en el que el incremento de la entrega de par de 280 Nm a 350 es una referencia de primer orden. Ya que las explicaciones van de números, sirva esta otra comparativa, los 110 CV del primer Golf se han multiplicado por dos.
En lo técnico, las remodelaciones empiezan con una refrigeración de gases de escape integrada en la culata y un sistema dual de inyección con inyección directa y en el tubo de admisión. Además, la regulación totalmente electrónica de los lÃquidos refrigerados permite abordar una gestión térmica más eficaz y una fase reducida de calentamiento.
Llevadas a la práctica de la conducción estas mejoras se concretan, como punto de partida, en reacciones rápidas, no explosivas, pero del todo fiables para circular con rapidez y adelantar con plenas garantÃas. Quizás, la conducción divertida y deportiva que demanda este nuevo Golf GTi precise de una aguja en la parte alta de los desarrollos, pero si se quiere circular con algo más de parsimonia, este motor cumple desde lo más bajo del cuentavueltas. Aparte de esto, proclama fiabilidad sobrada en las aceleraciones a coche parado.
En la gama del Golf GTi VII se incluye un paquete denominado Performance (1.700 euros) que otorga al motor un registro de potencia de 230 CV y un diferencial de deslizamiento limitado delantero.
La versión probada se ha acompañado de un cambio manual de seis velocidades, si bien en la oferta se incluye la posibilidad del cambio de doble embrague DSG, igualmente, de seis relaciones. Por lo que respecta al que llevaba esta unidad, la proporción de los desarrollos está ajustada y permite amplios estiramientos del régimen de giro.
El consumo, para ir directos y al grano: sobresaliente. El principal aval es un consumo en prueba que, de media, se ha situado en 7,5 litros, casi más propios de un diesel que de un gasolina como este. El plano teórico lo dibuja el propio fabricante afirmando que el gasto de gasolina se reduce un 18 % sobre el predecesor. Y a la carta medioambiental se suma la minoración en un 14 % de las
emisiones de CO2.
Si, sobre el rendimiento del motor se han producido una serie de actuaciones, en esto del consumo tampoco le van a la zaga y, asÃ, se parte de una reducción del peso del coche en 42 kilogramos. A la receta se añade el equipamiento de serie del start and stop (el primer GTi que lo equipa) y las labores de ingenierÃa para llevar ya a esta versión a los niveles exigidos en la normativa Euro 6.
El chasis del Golf tiene que recibir nuevamente alabanzas por las sensaciones que ha transmitido de rodadura muy posada en todo momento. La dureza de suspensiones está en el orden ideal, pero ésta se puede regular mediante tres programas en la pantalla de a bordo: normal, sport y eco, de comportamiento estupendo en cada una de ellas.
La intervención de un autoblocante delantero electrónico XDS, ya presente en la anterior generación del GTi, ahora se ha perfeccionado (XDS+), aumentando la agilidad y reduciendo en el ángulo de giro necesario, a través de intervenciones en el freno de las ruedas del lado interior de la curva a trazar.
La complicidad con este sistema de la nueva dirección, más directa y progresiva que la anterior, y que ayuda a ejecutar trazadas en curva rápidas y seguras, hacen del nuevo Golf GTi un coche de nobleza y predicción de reacciones casi perfecto.
Con el coche, sin abonar más, se incluyen el detector de fatiga, el freno anticolisión múltiple, pero quedan para hacer caja el sistema de regulación de distancia con el coche que circula delante, y el aviso de salida de carril, entre otros.
De precio, pues, lo que es tÃpico de las siglas GTi en este modelo, que lleva inherente el plus esperado. Un poco por encima de su competencia más directa y medido por debajo en la toma comparativa con las firmas de alta gama o premium. Pura filosofÃa Volkswagen en lo que a tarifas respecta.
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