El ASX, un crossover surgido al amparo del "boom" de los coches de esta categorÃa, es hoy el mascarón de proa ante los mercados de una firma, como la nipona, muy prestigiada en los todoterrenos y algo perdida en los modelos de calle.
Pero el ASX mantiene el pulso y se aferra al éxito con un importante volumen de ventas de 340.000 unidades desde su lanzamiento en 2010, y del que ya ha operado este año una remodelación.
De esa remodelación llega un detalle que le vale de mucho a la marca para seguir en esa lÃnea de prestigio que tanto necesita y cuyo modelo mejor colocado para dársela es, precisamente, este ASX.
Lo ha hecho con una versión motriz de 2.2 litros (2.268 c.c.) y 150 CV, los mismos que la ya conocida desde el lanzamiento de 1.8 (1.798 c.c.), pero dando a la de más capacidad un mayor registro de par (360 Nm por los 300 de la 1.8) que, obviamente, se traduce en un mejor rendimiento del motor.
Este motor, que procede de la gama del crossover superior, el Outlander, tan solo pesa 10 kilogramos menos que el de su gemelo en potencia, gracias a su construcción en aluminio, y su cilindrada más alta no pasa factura en el consumo.
Dentro del ASX, y ahà va el otro detalle de valor de la versión, este motor sólo se asocia a una caja automática de seis velocidades, por convertidor de par, con gestión totalmente automática o secuencial en modo sport.
En cuanto a comportamientos, el motor es de una viveza impresionante en la salidas y, en el resto de relaciones mantiene ese dinamismo en las bajas revoluciones (nivel de compresión de 14,9:1), pero no es de desarrollos excesivamente largos, pues, muy poco después de las 4.000 vueltas, pierde toda su alegrÃa y da la sensación como de un corte de la inyección.
Aporta un alto grado de confort de marcha, basado en el silencio y baja vibración que transmite el bloque, asà como en el buen aislamiento acústico operado en el interior.
La caja de cambios hace las transiciones de forma muy suave, sin uno solo de esos molestos tirones, a veces tan frecuentes en transmisiones de convertidor de par, pero en la rapidez de los cambios le falta un punto para llegar a los logros de las de doble embrague. Pese a todo, es una caja que encaja en el contexto de conducción agradable que abarca al resumen general de esta versión.
Los consumos se dejan llevar en buenos registros, siempre que se contenga el acelerador, porque un pie alegre disparará en exceso el gasto. En prueba quedó bien calificado con los poco más de 6,5 litros que se dejó en el promedio de cada tramo de cien kilómetros.
La versión probada se sujeta a otro exclusivismo propio: el equipamiento de la tracción integral 4WD, muy sencilla de manejo, desde un botón (sustituye a la rueda de las versiones anteriores a la remodelación), desde donde, con simplemente apretar, se opta por la tracción a las dos ruedas delanteras para uso en carreteras convencionales; a las cuatro ruedas (reparte la tracción al 50 % entre los dos trenes), para sortear firmes deslizantes y caminos de tierra de media dificultad; y "lock" o autoblocante, transferida a las ruedas traseras para superar pendientes pronunciadas, terrenos más abruptos o situaciones de bloqueo sobre la superficie.
El menú de detalles propios del ASX 2.2 DI-D concluye con su asignación única al nivel de equipamiento Kaiteki, bien provisto en detalles como el volante forrado, con mandos a distancia incluidos, las nuevas tapicerÃas, cromados en el interior y alguna que otra concesión más, sin olvidar la pantalla que aloja el sistema de navegación y los datos de información al minuto del estado del vehÃculo.
El ASX circula con soltura suficiente, sin perder en ningún momento el contacto con el suelo, cualidad en la que los sistemas electrónicos de control juegan el papel preciso en todo momento.
El chasis aporta la combinación de flexibilidad y rigidez necesarias para sentirse seguro en todo momento. Toma las curvas con alta velocidad sin que se pierda la consistencia de los trenes rodantes y lo único que puede demandar es un mÃnimo de atención por algo de blandura en la dirección.
Del Mitsubishi ASX quedan como elemento identificativo propio esas cotas bien medidas de crossover compacto y, sobre todo, como firma del modelo, el frontal con esa parrilla evocadora de las toberas de los aviones de combate, un dibujo que le concede una gran personalidad estética y lo hace reconocible desde el primer momento.
En el habitáculo, las caracterÃsticas de sencillez y practicidad ondean en todo lo alto. Sencillez -que no debe confundirse con una filosofÃa espartana- de la botonadura y de los elementos visuales del coche, que facilitan la familiaridad con el entorno desde el primer momento.
Resaltar también la comodidad y el recogimiento que facilitan los asientos delanteros y la panorámica lejana para conducir, gracias a su posición sobreelevada. Quedan en peor lugar los asientos traseros, estrechos para viajar tres personas y algo exiguos en la separación entre filas.
El precio de venta se fija en 33.500 euros, pero con ofertas y promociones de la marca se pueden restar 2.000 euros, lo que le deja en una posición muy favorable y, más aún, si en esta versión, se concitan esos detalles, que siempre sirven, de un motor de mejor rendimiento, una caja automática de magnÃfico "feeling" y un sistema de tracción integral. Por la misma o cercana tarifa están bastante modelos de la competencia sin tanto aditamento y sólo tracción 4x2.
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