Creo que, antes de analizar este Golf R, es de recibo explicar que para la mayorÃa de mortales, un GTI va sobrado en prestaciones y sensaciones, más si tenemos en cuenta las cada dÃa más restrictivas normas de tráfico y el obligado deber de velar por la seguridad de todos en carretera. El GTI actual rinde 230 CV, que al volante parecen más (sobre todo si equipo del fantástico cambio DSG) y con los que acelera de 0 a 100 km/h en 6,5 segundos. El GTI es un vehÃculo confortable, muy bien equipado incluso de serie, con muy buena estética y una calidad de realización exuberante. ¿Es por tanto necesario un Golf más potente, más costoso y más caro de mantener? Obviamente no, pero en la lucha por ser el más potente y rápido del mercado el R tiene mucho que decir... asà como en la búsqueda de un Golf exclusivo, lejos de las cifras casi populares de su hermano "menor".
Con estas premisas, analicemos el nuevo Volkswagen Golf R. Del Golf está toda dicho, con adjetivos que generación tras generación se van consolidando (que no repitiendo): es fiable, está bien realizado, convence en su conducción, es amplio y habitable, cómodo incluso en su variante GTI, emplea tecnologÃa "que funciona" y cuenta con maravillas como los motores TSI (y TFSI) o la caja de cambios de doble embrague DSG. La versión R, sobre todo esto, suma una estética exclusiva y un motor y transmisión únicos.
En cuanto a la estética, las grandes tomas de aire delanteras y la exclusiva parrilla delata su condición al verlo de frente, toda vez que en la trasera son dos detalles los que sobresalen: las dos salidas dobles de escape y los ópticas oscurecidas con tecnologÃa LED. La vista lateral aporta el plus de unas llantas también especÃficas de la versión R, asà como unos retrovisores recubiertos en color plata.
En el interior el color azul vuelve a ser el identificador de esta versión tope de gama, desde la grafÃa del cuadro de instrumentos hasta los leds de las contrapuertas y taloneras. La tapicerÃa es mixta alcántara-tela, con el anagrama "R" serigrafiado en el respaldo de los asientos. Asientos que, todo hay que decirlo, ofrecen una sujeción inigualable y a la par de un baquet. En este sentido sólo perjudica ligeramente el acceso al mismo, pues los álabes son realmente pronunciados. Pero una vez acomodados en ellos, se olvida rápidamente cualquier tipo de inconveniente.
El coche es tan satisfactorio, que para encontrarle un defecto tenemos que hilar realmente finos. Por ejemplo, nos choca que ciertos acabados plásticos como los de la contrapuerta o de la consola central imiten la fibra de carbono, y lo propio en el salpicadero sea en negro piano; o que la escala del velocÃmetro sea difÃcil de leer a partir de 100 km/h, pues los números se amontonan y el espacio entre escalas se reduce muchÃsimo (siempre podemos recurrir al velocÃmetro digital, que mediante los menú lo podemos seleccionar como opción en el display central del cuadro). Poco más negativo podemos aportar de este Golf R, más allá de gustos o percepciones personales.
En el apartado mecánico comienzan las verdaderas virtudes de este automóvil, partiendo de la tracción total tipo Haldex, con el que se transmite la fuerza entre ejes por medio de un embrague multidisco. Es un sistema que emplea a menudo Volkswagen en sus vehÃculos de tracción a las cuatro ruedas y ofrece un buen compromiso entre consumo y efectividad. El motor es otra de las caracterÃsticas exclusivas de esta versión "R". Aunque se trata del multidisciplinar motor 2.0 TFSI del grupo, se ha revisado a fondo para soportar la mayor entrega de potencia. Entre otros pequeños detalles, el sistema de válvulas ha sido modificado, asà como el turbocompresor y los pistones.
Con una cifra final oficial de 300 CV y un par máximo de 380 Nm en una amplia gama de revoluciones (1800 a 5500 rpm), es obvio describir como "apabullantes" las prestaciones que obtiene. Baja de los cinco segundos en el cero a cien es sólo posible en unos pocos vehÃculos en el mercado, dejándolo el Golf R en su versión DSG en 4.9 sg. Lo mejor de todo es que lo hace sin estridencias, sin la más mÃnima pérdida de tracción. Precisamente aquà radica una de las claves del comportamiento en carretera de este matagigantes. Sobre asfalto seco es casi imposible rascarle un mal gesto a los neumáticos, que siempre encuentran contacto. Parte de la culpa la tiene el control de tracción electrónico XDS+, que frena la/s ruedas interiores y hace las veces de autoblocante.
Durante nuestra prueba las condiciones del asfalto fueron siempre óptimas, por lo que desconocemos el nivel de agarre que puede llegar a ofrecer en suelo deslizante. Pero si asà de bien va en seco, nos imaginamos que en condiciones difÃciles el plus de seguridad y aplomo que logrará sobre sus rivales puede llegar a ser decisivo.
En marcha y dependiendo del modo de conducción que escojamos mediante el selector situado en la consola central, el Golf R pasará de ser "una versión discreta y apropiada para llevar a los niños al colegio" a "un auténtico dragster salvaje". En el modo más sosegado, el "ECO", el sonido que llega hasta el habitáculo es moderado. Hay respuesta sobrada, por supuesto, pero muy modulable y con cambios a una marcha superior siempre por debajo de las 2.000 rpm. Lo habitual en este modo es que el motor gire entre las 1.200 y las 1.500 rpm. El cambio DSG, fantástico como siempre, hace que la conducción sea tan sencilla como queramos. Únicamente en maniobra puede resultar algo brusco, pero se coge el tacto muy rápido.
El modo "Normal" varÃa ligeramente valores como el del sonido (más notorio en aceleración), la dirección (algo más firme) y la respuesta al acelerador (el cambio se muestra más receptivo a las órdenes del conductor).
Y finalmente, el modo más acorde con la filosofÃa de esta variante, la "RACE". AquÃ, ya desde el ralentà todo cambia. El motor se estabiliza por encima de las 1.000 rpm y con ello nos indica que está "listo para devorar kilómetros". Las marchas se aguantan mucho más, siempre con la mejor reserva de potencia disponible en cada momento. Cualquier insinuación en el acelerador se convierte en empuje, sea la velocidad que sea a la que circulemos. Sorprende no sólo por su aceleración a baja velocidad, sino en autopista. La reserva de potencia hace que incluso circulando bien por encima de los lÃmites legales, nos quedemos pegados al respaldo si aceleramos a fondo.
El sonido merece una puntualización: salvo al ralentà y en los modos "Normal" y "RACE", es difÃcil distinguir si se trata de un cuatro cilindros o no. No llega al timbre de un V6 y mucho menos un V8, pero se acerca mucho. Tiene ese sonido entrecortado caracterÃstico de motores "gordos" y un gorgoteo en retención precioso, realmente todo muy logrado. Eso sÃ, en viajes largos por autopista o autovÃa mejor circular en modo "ECO", bajando de forma notable el ruido interior.
Los asientos, que como dijimos son más bien baquets, nos sujetan perfectamente si decidimos ir "alegres" en una carretera de curvas. Gracias a ello y al cambio DSG, únicamente tenemos que centrarnos en la dirección, el acelerador y el freno. Frena bien, pero hay que tener muy en cuenta la velocidad a la que llegamos a la siguiente curva... a poco que dispongamos de unos centenares de metros ésta será muy muy elevada. Quizás por ello y por la nobleza de su comportamiento, puede dar la sensación de cierta "pereza" ante solicitudes bruscas, pero si tuviésemos un crono en la mano las dudas se despejarÃan.
Para la mayorÃa de conductores, con pocos otros automóviles podrán circular más rápido en carreteras de curvas como con éste. Es sencillo de conducir incluso a ritmo rápido, todo en él ayuda (cambio, tracción, tacto...). Acelera tanto o más que un Porsche Cayman, por poner un ejemplo, que cuesta el doble. Pero sobre todo lo hace con pasmosa facilidad. Y esta es una caracterÃstica que algunos valorarán y otros no.
El nuevo Golf R es un coche que convence de pleno. Todo en él funciona como se espera. Y ahà radica precisamente la clave del éxito del Golf: en que todo funciona bien y, en algunos casos, muy bien. Si queremos un capricho en el segmento de los compactos, esta es una buena opción... si lo que buscamos es un Golf rápido, nos podremos conformar con el fantástico GTI.
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