Con Audi y Mercedes-Benz bien representadas en el segmento de las berlinas compactas, BMW no podía aguantar más tiempo sin atacarlo. Y qué mejor momento que aprovechar la nueva plataforma empleada por el Serie 1 –proveniente a su vez de la extensa gama Mini- cuyo salto generacional trajo pareja la tracción delantera y, por ende, una habitabilidad mucho más competitiva. Una encuesta elaborada por BMW concluyó que apenas un pequeño porcentaje de los compradores de las dos primeras generaciones del Serie 1 lo hicieron por su exclusiva propulsión, una complejidad mecánica para un modelo tan compacto que apenas unos pocos valoraban pero que, por el contrario, suponía todo un sacrificio en términos de espacio interior.
El Serie 2 (Gran Coupé) es prácticamente un calco mecánico a su hermano pequeño, algo lógico ya que emplea la misma plataforma, pero con un maletero ‘extendido’ que le hace crecer en 21 cm a lo largo y bajar en un par de centímetros su altura, aprovechando un perfil más afilado. Todo ello redunda en una aerodinámica algo más eficaz.
El diseño de la parte delantera es similar al ya conocido en el Serie 1, aunque dadas las proporciones del coche la sensación de calandra gigante queda algo más diluida y el resultado es molón. El perfil denota el objetivo de enfatizar el carácter deportivo y musculado que todo buen BMW debe exhibir, con líneas marcadamente descendentes de atrás hacia delante… como un felino al acecho de su presa y a punto de saltar. La trasera tiene un perfil muy alto, con una tapa de maletero muy corta y por tanto una caída final pronunciada. La línea de los pilotos está igualmente muy arriba y se asemeja a lo visto en el X4, por ejemplo. En diseño, por tanto, se diferencia claramente del Serie 3.
En el interior nada cambia sobre lo visto en el Serie 1 y eso es, de entrada, muy positivo. La calidad de acabados sobresale a la vista y al tacto, siendo hoy por hoy la referencia en su categoría. No hay una sola pieza que desentone y todo está ensamblado con sumo esmero. La disposición de los mandos es la ya conocida de BMW en sus últimas generaciones, al igual que su diseño minimalista y sobrio. Está lejos en este sentido de las exhibiciones del Clase A de Mercedes o el diseño rococó del A3 de Audi. El maletero es de 430 litros, 50 más que el Serie 1 y se nota. Si bien la boca de carga no es muy grande, las formas son muy aprovechables y permite llevar el equipaje habitual de cuatro adultos sin problema.
Si en algo han dado un salto de gigante las nuevas generaciones de BMW ha sido en conectividad y entretenimiento. La pantalla del cuadro de instrumentos es enteramente digital como opción y en este caso ofrece muchísima información. Cuesta un poco acostumbrarse al principio a leer todo lo que pone a nuestra disposición, pero una vez hechos al sistema, es soberbia. De igual forma puede calificarse la pantalla central, desde la que se controlan la mayoría de aspectos del vehículo salvo, afortunadamente, la climatización que dispone de controles específicos en el salpicadero. Compatible con Android Auto y Apple Car Play, ofrece además control por gestos y el siempre reconfortante asistente virtual “Hola BMW”. Destacar que esta unidad equipaba el sistema de sonido Harman Kardon cuya experiencia de uso es altamente satisfactoria.
Otro apartado donde la nueva generación ha salida bien reforzada es en equipamiento de seguridad, con todos los asistentes conocidos hoy en día bien de serie o en opción. Cada cliente puede escoger el nivel de equipamiento en este sentido que desee, aunque recomendamos que sean el máximo posible de todos ellos.
Vamos con la parte ciclo, la más característica de un BMW. La unidad probada montaba el ya conocido motor 2.0 litros diésel de 190 CV, asociado a la también conocida caja de cambios ZF de 8 relaciones por convertidor de par. El binomio trabaja a la perfección y hace gala de una amplia variedad de usos. Desde el más sosegado que busca el mínimo consumo al más deportivo, siempre trabaja con eficiencia, discreción y parece que lee la mente del conductor porque hace justo lo que debe en cada momento. Pese a ser diésel, tal característica apenas sale a relucir en parado o en recorridos lentos de ciudad. Una vez alcanzada cierta velocidad, apenas se percibe el motor.
El aislamiento general es muy bueno y no se escucha ningún tipo de crujido o ruido en zonas de asfalto en mal estado. El confort se beneficia así de una atmósfera Premium, exaltada por una climatización eficiente y el mencionado equipo de sonido de elevada calidad.
El tacto de conducción es propio de la marca, con una dirección firme y directa, también comunicativa. Ahora el tren delantero no solo se encarga de dirigir el coche, sino también de transmitir la potencia al suelo. Únicamente en curvas muy cerradas y si aceleramos a fondo, los 400 Nm de par del motor pondrán en cierto compromiso la tracción, pero en este sentido está al nivel de los mejores de su competencia. Y hablando de potencia, este motor diésel de 190 CV es todo un portento por ser más que sobrado para el día a día y mostrar a la vez un consumo frugal.
La calidad de rodadura está, en términos absolutos, muy cerca de su hermano mayor el Serie 3. Obviamente no llega a su nivel, pero se le acerca mucho. Es casi igual de cómodo, casi igual de silencioso, casi igual de deportivo… es casi un Serie 3 en todos los aspectos.
Por si se lo está preguntando, este Serie 2 no echa en falta la propulsión y en cambio, se beneficia de todo lo que conlleva una tracción delantera. No habrá problema en el acceso de rampas de garaje donde la rueda trasera interior tiende a quedarse en el aire y perder toda la tracción, la habitabilidad interior es mucho mejor en modelos tan compactos, etc.
Para BMW este nuevo Serie 2 supone la mejor fórmula de dar acceso a la marca a quienes buscan un vehículo cómodo, práctico, de calidad y con la imagen que siempre ha caracterizado a todo BMW: la deportividad bien entendida. Tanto el Serie 1 como este Serie 2 Gran Coupé son dignos merecedores del logotipo de la doble hélice blanca y azul, modelos de acceso que poco tienen que envidiar a sus hermanos mayores.
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