Se trata una prueba que transcurre por carreteras de tierra muy duras en el Gran Valle del Rift, aunque esta vez se ha adaptado al moderno campeonato y dista mucho de la antigua prueba que se disputada a los largo de 6.000 km por caminos abiertos.
La acción se centra en los alrededores de Naivasha, a 100 km al noroeste de Nairobi, una zona llena de vida salvaje. Las largas y polvorientas carreteras en las que se puede alcanzar una velocidad de 200 km/h contrastan con las rocosas pistas llenas de baches que reducen drásticamente el ritmo.
Para tratar buscar algo parecido al terreno que hallarán en Kenia, Ogier y sus compañeros del equipo Toyota, el británico Elfyn Evans y el finlandés Kalle Rovanperä, se entrenaron en el sur de España. Hyundai Motorsport, con el belga Thierry Neuville, el estonio Ott Tänak y el español Dani Sordo, se prepararon en el sur de Portugal, informan los organizadores del campeonato.
Ogier comanda la general con 106 puntos, 11 más que Evans y 29 por delante de Neuville, tercero. Tänak es cuarto a 57 puntos después de que los daños en la suspensión le dejaran fuera de combate de las dos pruebas en las que era lÃder.
El equipo M-Sport Ford ganó el último Safari del Mundial, en 2002, con el malogrado piloto escocés Colin McRae. El equipo británico regresa a Kenia esta vez con Gus Greensmith, Adrien Fourmaux y Lorenzo Bertelli al volante de sendos Ford Fiesta.
La carrera empieza este jueves con una corta superespecial de 4,84 km.
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