Por si eres de los que no gusta leer textos demasiados extensos, te adelantamos que tras tres recorridos de lo más variados y en condiciones ordinarias de uso familiar, el Prius ha desprendido un asombroso consumo medio de 4,2 litros a los 100 kms, una cifra muy cercana a la homologada. Entre las condiciones de uso, por ejemplo, un amplio recorrido alterno de autopista y ciudad con cuatro personas a bordo y un niño (al final del artículo hay un resumen). Vayamos por partes.

Repostaje e inicio de la prueba.

Poco después del mediodía del primer día del año nos plantábamos en el estación de servicio BP de Taco (Tenerife), al objeto de llenar por completo el tanque de combustible del Prius. Decir que el combustible que ya había en el depósito era igualmente de esta misma estación, y por supuesto el de mayor octanaje y que BP denomina comercialmente Ultimate (98 octanos). Es decir, que rellenamos “hasta los topes” el depósito con combustible de la mejor calidad posible, lo que aumenta el rendimiento del vehículo a cambio de un coste ligeramente superior en el repostaje. Se rellenó hasta que el líquido se enrazó con la boca de llenado. Nos costó el litro de combustible a 0,867 euros.

Primer recorrido con un poco de todo: ciudad, autovía, autopista, carretera...

Iniciábamos la prueba con la batería del sistema híbrido cargada casi por completo, con siete de las ocho rayas del indicador completas. El trayecto nos llevaría hasta la playa de Las Teresitas atravesando la ciudad de Santa Cruz, para luego dirigirnos hasta el Auditorio y terminar en el Campo de Golf La Atalaya, junto al aeropuerto de los Rodeos. Por tanto, con tramos claramente favorables como otros absolutamente demoledores si lo que buscamos es un consumo mínimo.

Atravesar la ciudad fue “pan comido” para el Prius, a pesar de los semáforos, pasos de peatones y conductores de amanecida tras las fiestas de fin de año. Los 8,6 kms de ciudad arrojaron una cifra de consumo espectacular en el ordenador de a bordo: 1,0 l/100 sí, leen bien. Apenas consumiríamos un litro de combustible en 100 kilómetros en un recorrido como éste. Pero debemos mantener la mente fría y ser conscientes que hemos realizado un tramo que ya sabíamos iba a ser demasiado fácil para el Prius. Que sus baterías estaban completamente cargadas es un factor positivo, así como que entre el punto de inicio y fin haya trescientos metros de desnivel en apenas 9 kilómetros, pero hubo varios semáforos y tráfico moderado.

De camino a la playa de Las Teresitas no hubo sorpresas que remarcar, decidiendo marcar un ritmo en la autovía de 70 km/h. El límite de la vía es de 90, pero considero que a 70 km/h se marcha ya a un buen ritmo, con numerosos ciclistas y deportistas al borde del arcén. Justo donde indica la fotografía en la que el Prius parece hacerle un guiño a los petroleros atracados unas centenas de metros mar adentro, el ordenador marcaba un consumo de 1,1 l/100 tras 16,5 kms. ¡Esto empieza a gustarme!

Pero ahora vendría la parte más dura del recorrido, absolutamente diferente a la inicial. Toca un tramo de autovía ligeramente ascendente -apenas unos cinco metros- hasta el auditorio y el hueso duro: subir la autopista TF5 hasta sobrepasar el aeropuerto de los Rodeos y llegar al campo de golf de La Atalaya, en Guamasa. La parada en el Auditorio hizo subir considerablemente la cifra de consumo, pues la “renta” del descenso en la ciudad se había ya esfumado, quedándose en 2,0 l/100 kms. Así, nos proponemos subir la autopista a una velocidad de 80 km/h, la media que hemos podido observar que realizan los usuarios de la vía cada día que recorremos este tramo.

Para sorpresa nuestra, el Prius consiguió terminar la primera prueba de fuego con rotundo éxito: 4,0 l/100 kms. ¡Una décima por encima del consumo medio homologado! Y todo, con el agravante de un perfil de recorrido angosto, duro y real, sobretodo real. Salimos del auditorio al nivel del mar y terminamos a 600 metros de altura. Sin palabras.

Quiero recalcar el término “real” para nuestra prueba, pues las cifras de homologación de consumo no se ajustan a las realidades que cada día nos encontramos cada uno de nosotros, a lo que se suma la complicada orografía canaria muy lejos de los recorridos absolutamente planos de las homologaciones. Las velocidades que mantendré durante los días de pruebas será la que exija la vía, nunca circulando de forma anormalmente baja y tampoco por encima de los límites de la misma. Este primer día, por ejemplo, en la mayoría de ocasiones he estado más cerca del límite puntual que por debajo descaradamente de él.

Tocaba almorzar y seguir con la prueba con un segundo recorrido.

Segundo recorrido del día principalmente por autopista, con cinco pasajeros.

Queremos ponerle las cosas difíciles al Prius, especialmente tras la exhibición que se marcó a modo de aperitivo en el primer recorrido. Para ello, decidí cargarlo con cuatro pasajeros más… bueno, con tres y medio más. En total, cuatro adultos y una niña (mi mujer, mis suegros, mi hija y yo). ¡Ya advertí que quería darle un uso convencional al Prius durante la prueba!
De nuevo, la ida del trayecto sería mucho más sencilla. Debíamos hacer un recorrido por autopista desde Guamasa hasta el Puerto de la Cruz, para volver nuevamente al mismo punto igualmente por autopista. La ida es prácticamente al 100% en bajada, luego un recorrido urbano para llegar al aparcamiento del muelle de la ciudad turística del norte de Tenerife y de nuevo de vuelta a Guamasa (La Laguna), donde salvar los 600 metros de ascensión igualmente casi continua.
Partimos con una cifra de 4 litros en el ordenador y llegamos al Puerto de la Cruz marcando 3,2. Es decir, conseguimos bajar la cifra total 8 décimas, siendo el consumo del parcial de 2.0 litros (21 kms. de autopista y 4 de recorrido urbano muy lento).

De vuelta el consumo debía subir mucho, pues el sobrepeso influye de forma muy negativa en la subida y no favorece en el descenso. Las cifras no engañan: el consumo del recorrido de vuelta fue de 8,9 l/100 kms, más de cuatro veces superior al de ida. Sin embargo, la media se quedó en 4,4 litros para este recorrido de la tarde. Es importante recordar que éramos cinco a bordo. De nuevo, ¡sorprendente!

Con todo, el día de pruebas concluyó con un promedio de 4,2 litros de consumo a los cien kilómetros, por lo que en los 121,2 kilómetros que recorrimos debemos haber empleado unos 5,09 litros (ó 4,41 euros).

Resumen del primer día.

La primera jornada de esta singular prueba del nuevo Toyota Prius me ha deparado numerosas sorpresas. Como el próximo día 4 tendré que entregar el vehículo, me centraré ahora principalmente en el tema de consumo, quizás lo que más puede atraer de este vehículo y diferenciarle del resto de vehículos similares del mercado.

He recorrido algo más de 121 kilómetros a una velocidad media de 37 km/h, que aunque pueda parecer baja, en ningún momento practicamos una conducción diferente a la que cualquier conductor medio podría haber ejercido.

El consumo deparado ha sido excepcional, sobre todo si tenemos en cuenta que un 60% del tiempo he circulado con cinco pasajeros (uno de ellos un niño). Una cifra de 4,2 litros de consumo a los 100 kilómetros es extraordinariamente baja.

El recorrido ha combinado un uso urbano con el de autopista y carretera. El Prius se ha comportado sin sorpresas y no muy diferente a lo habitual en el segmento.

SI QUIERES SEGUIR LA PRUEBA DE LARGA DURACIÓN DEL TOYOTA PRIUS, PINCHA AQUI.

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