En la foto, la parada intermedia en el aeropuerto Reina Sofía.

Todos los recorridos anteriores comprendieron, en buena medida, sectores de grandes desniveles. En ocasiones, como la ascensión al Teide, con diferencia de altitud de más de 1500 metros y en otros de unos 500 metros –el recorrido urbano-. Por ello, quisimos hacer uno de los recorridos más llanos de cuantos puedan hacerse en la isla de Tenerife, aunque no esté exento de pequeñas subidas y bajadas: la autopista TF-1 (la del sur).

Muchos conocen esta autopista como la de los toboganes, pues son innumerables los barrancos que atraviesa y sus correspondientes desniveles que, aunque pequeños, están ahí. Sin embargo, en promedio vamos casi continuamente a unos 20 metros de altura sobre el nivel del mar. El recorrido partía desde el auditorio de Santa Cruz hasta el aeropuerto Reina Sofía del sur de la isla y de nuevo de vuelta al auditorio. En total 123 kilómetros en el que nos marcamos una velocidad adecuada al tráfico. Calculamos que 90 km/h era una buena cifra, a medio camino además entre la mínima y máxima que marca la ley en este tipo de vía.

Siempre que las condiciones del tráfico lo permitieron, activamos el regulador de velocidad. Los primeros kilómetros fueron “decepcionantes”, pues llegó a marcar más de ocho litros de consumo, pero a medida que corría el marcador la cifra de consumo medio descendía.

Durante el recorrido pude comprender que, a diferencia del resto de vehículos “convencionales”, en el Prius no es rentable aprovechar los descensos para ganar velocidad a bajo coste para luego disminuir la misma en los repechos. Por mi experiencia en el recorrido, el Prius aprovecha los descensos a velocidad estable para recargar las baterías, que luego aprovecha para impulsarse en las pequeñas subidas. Con ello no solo ahorramos combustible, sino que la conducción es mucho más relajada y permite poner toda nuestra atención en la conducción.

En total y tras 123 kilómetros, el ordenador del Prius marcaba 3,7 litros de consumo promedio, resultando los dos parciales de ida y vuelta bastante similares, aunque con ligera penalización para el recorrido de ida ¿?

Como comenté, lo mejor del Prius es que permite ser conducido de forma completamente normal y a la vez lograr un consumo extraordinario. No es necesario hacer nada especial; el coche lo hace por nosotros. Aquí radica uno de los grandes logros de este automóvil.

Continuaremos publicando artículos con temas como el funcionamiento del regulador de velocidad, el HUD, el comportamiento, los puntos mejorables, etc…

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