Abarth Punto Evo 1.4T Multiair: el veneno.

Pruebas
Abarth Punto Evo 1.4T Multiair: el veneno.

Ángel Alonso - Publicado el 19/10/10

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La resurrección de Abarth ha sido la última ocurrencia del Grupo Fiat y los primeros pasos en esta nueva época se han traducido en las recreaciones de los modelos más pequeños de la marca italiana, como la del 500, al que se ha añadido la versión convertible, y Grande Punto, cuya evolución posterior Punto Evo, ya tiene su referencia en las preparaciones de la marca del escorpión.

Esta última es el objeto de prueba y, conforme a las pautas de actuación de Abarth, varios de sus componentes exclusivos se adaptan perfectamente a la filosofía que se quiere transmitir de coches deportivos con un "feeling" de diseño y conducción especial.

En cuanto al primero, queda demostrado de primeras que la construcción responde a las afortunadas líneas que la marca matriz Fiat ha conseguido con la nueva generación del Punto, el EVO, pero, tratándose de Abarth, siempre hay ese algo más que se traduce en un paragolpes delantero adelantado, al que se añaden luces laterales.
También, en esa zona frontal se incluyen unas tomas de aire para contribuir a una postura inequívocamente rácing.

El mismo propósito se busca en la zaga con el rediseño del paragolpes de esa parte de la carrocería, repitiendo el recurso de la incorporación de las tomas de aire laterales, así como un difusor, un alerón y el doble tubo de escape cromado, propios, en su dibujo, de la filosofía Abarth.

Un clásico de estas personalizaciones deportivas de modelos de calle no falta como los faldones bien visibles, del mismo color de la carrocería, y con el nombre Abarth posicionado en zona bien visible. La visión lateral quedaría incompleta sin unas ruedas "ad hoc", llamativas, de varios radios, de llanta policromada y dimensión ajustada a las 17 pulgadas.

Hechas las acotaciones externas, la decoración interior se conjuga con la intencionalidad de las afueras. Los asientos, tipo baquet, son de un gran recogimiento y fijan el cuerpo a las mil maravillas para conducir con ese punto de rabia de la filosofía deportiva, en la que el cuerpo tiene que estar perfectamente adosado a respaldo y banqueta. No faltan pormenores exclusivos como los cosidos en hilos de colores vivos y el logotipo del escorpión bien visible.

Los pedales metálicos y el forro de piel para volante y pomo de la palanca de cambios son otros recursos clásicos que no se desdeñan. Los relojes de la instrumentación, en cambio, son los que adaptan un diseño más estándar, pero se dejan ver estupendamente gracias a ese fondo negro que resalta el posicionamiento señalizador de las agujas. Respecto a ergonomía de acceso visual y manual, de inmediato, se reconocen sus buenos atributos.

Las dimensiones ajustadas del habitáculo proporcionan una más que aceptable vida a abordo, que empieza por una accesibilidad fácil, sin contorsiones excesivas, y una posición en los asientos desahogada y amplia, siempre que el pesaje se limite a cuatro personas.

Elemento propio del Abarth Punto Evo es el motor de gasolina que recibe con la nueva tecnología Multiair (sistema de control directo, sin el concurso de las mariposas, de las válvulas) y que en las referencias digitales se concretan en los 1.4 litros de capacidad y los 165 CV que entrega de potencia.

Un motor concebido aquí al más puro sabor italiano, que conquista por el ruido ronco y algo metálico, que ya deja entrever desde el arranque, y que acentúa, como característica distintiva, conforme sube el régimen de giro.

Tiene el indiscutible mérito de la polivalencia ajustada para una conducción ahorrativa a bajos regímenes y transitar de forma casi instantánea a otra deportiva, radical y exigente, gracias a su fuerte poder de respuesta desde la parte más baja del cuentavueltas, ya que desde 2.000 revoluciones impulsa con notoriedad.

Ese doble juego cuenta con un instrumento complementario que es el sistema de control de transferencia de par, que incorpora de serie, similar al conocido como DNA en Alfa Romeo, y que permite elegir las opciones de conducción normal o sport, conectables desde un dispositivo bien visible en el túnel central.

En la primera, la normal o N, los grados de respuesta se hace más acompasados y tranquilos, sin llegar a perezosos. Es aconsejable en un medio como el urbano, donde las reacciones se han de acompasar a un tráfico más lento. En el segundo, identificado con la inicial S, se produce una transformación de elementos como el ABS, que retarda su entrada en acción; el ESP, menos intrusivo; la dirección, con algo más de endurecimiento; la frenada, más eficaz; la amortiguación, más dura; y el acelerador, que reduce significativamente el tiempo de subida de vueltas. Totalmente recomendable si se quiere conducir con regusto deportivo.

En ambos casos, las optimizaciones que el sistema Multiair ha introducido en los consumos están presentes y el gasto en este contexto no es, ni mucho menos, oneroso. En un prueba que se ha repartido prácticamente al 50% entre el modo N y el S, el registro numérico anotó unos destacables, en positivo, casi 8 litros de gasto.

Muy cuidado está el Abarth Punto Evo en todos y cada uno de sus elementos dinámicos, por el bien equilibrado sistema de pesos y contrapeso que aportan elementos de carrocería como faldones y alerones, además de la rigidez del chasis. El refuerzo de los sistemas electrónicos de control está en ese escenario de una conducción en todo momento segura por la estabilidad plena que se transmite al puesto de conducción. El muy corto recorrido de las suspensiones y el bajo perfil de los neumáticos magnifica algo los efectos rebote y la sonoridad de rodadura.

Pero en todo ese contexto de tecnologías dinámicas, la referencia protagonista tiene que ser para el llamado Torque Transfer Control (TTC), un remedo de diferencial autoblocante que actúa sobre el control de estabilidad ESP, con una muy leve, totalmente imperceptible, frenada de la rueda delantera que, a la salida de curva, actúa como rueda interior. Así, el par motor se traslada a la rueda del lado exterior, que en esa maniobra es la que asume los apoyos de la estructura del coche y las adherencias más óptimas al firme. Un aliado, en definitiva, de indiscutible valía, para apurar al máximo y con plenas garantías, trazadas muy exigentes.

El Abarth Punto Evo, por precio nominal y equipamiento bien seleccionado y profuso, se convierte en una opción muy accesible de conducción deportiva con plenas garantías. El escorpión simboliza una personalización de coches, por ahora, solo urbanos, de la marca Fiat, redondeada con los numerosos kits que oferta para posicionar mejor la compra como un auténtico racing. Hay que admitir que resultan del todo atractivos para la vista y las vocaciones deportivas de muchos conductores; por eso, absténganse de su concurso mentalidades tímidas y amigas de pasar desapercibidos. Un Fiat, por ahora, con la firma Abarth, es un escenario para dejarse ver.

TODOS LOS DETALLES TÉCNICOS, FOTOGRAFÍAS, COMPARATIVA CON RIVALES, ETC, EN EL APARTADO CONCESIONARIO (enlace).

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COMENTARIOS

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1	felix \| 21/10/2010 a las 23:15:57
	que precio tiene este coche en canarias y donde lo puedo comprar en lanzarote?tendria que ir a la casa fiat ,y otra cosa no se puede elegir con el kit de potenciacion montado de fabrica ?un saludo espero que me podais ayudar... soy un asiduo lector de ustedes

2	\| 16/01/2011 a las 22:56:59
	tengo un abarth de competicion 70hp mui completo y un alfa soy adicto a la marca ytalia y abarth los mejores

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