Prueba del Fiat 500 Blackjack 0.9 Turbo TwinAir.

Pruebas - Tecnología en tamaño compacto.
Prueba del Fiat 500 Blackjack 0.9 Turbo TwinAir.

Fernando A. Marqués - Publicado el 05/04/11

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Y es que la reducción de tamaño y peso impera en todo lo relacionado con el automóvil, incluida la más alta competición, porque en la Fórmula 1, en 2013, los motores serán muy pequeños, de cuatro cilindros, con cubicaje de 1.6 litros, turboalimentados y capaces de ofrecer potencia equivalentes o superiores a los actuales V8, es decir, en el entorno de los 900 caballos de potencia.

El Twin Air es la demostración de que es factible el reto, porque con sólo dos cilindros, sin llegar a los 900 centímetros cúbicos, se ofrece una ratio de 100 caballos por litro en un coche de calle, cuando hasta no hace mucho esta relación estaba reservada a los turismos de competición, con arquitecturas de cuatro cilindros y el doble de cubicaje.

El nuevo motor, más rápido que el diesel 1.3 Multijet de 75 caballos de potencia, es el avance de una nueva familia de propulsores bicilíndricos que será ofrecido por la marca italiana con potencias entre 65 y 105 caballos.

Y abre el camino a nuevos desarrollos, como la alimentación con metano o la combinación con tecnologías híbridas. de hecho, Fiat ha anunciado una versión del TwinAir de metano, que reducirá aún más las emisiones de CO2, gracias a la utilización de un par de inyectores adicionales.

En relación a su hibridación, Fiat apunta que el TwinAir se presta a ser combinado con un motor eléctrico interpuesto entre motor y cambio, que, además pueda recuperar y almacenar la energía que se pierde en las frenadas.

El Twin Air utiliza el sistema MultiAir desarrollado por Fiat, combinado con una dinámica de fluidos específica para alcanzar el máximo rendimiento de combustión.

El mérito es de las pequeñas dimensiones de la turbina que, al combinarse con la gestión de las válvulas, permiten obtener valores elevados de potencia máxima, con un reducido consumo (4,2 litros de promedio con cambio manual y 95 g/km de CO2).

La tecnología MultiAir, en general, produce un aumento de la potencia máxima del 10%, una mejora del par a bajo régimen y en los regímenes transitorios del 15%, una reducción del consumo y de las emisiones de CO2 en un 10%, y una respuesta más inmediata a la demanda del aceleración.

El funcionamiento del Twin Air es curioso, ya que los dos cilindros suben y bajan al mismo tiempo, de forma que cuando un cilindro está en admisión el otro está en escape y cuando uno cumple la fase de explosión el otro hace la compresión.

Con esta arquitectura de funcionamiento el motor reduce vibraciones y aún más con un eje de equilibrado contrarrorante que la ingeniería de Fiat Powertrain ha montado para evitar las vibraciones de segundo orden.

En el Fiat 500 con TwinAir están disponibles dos modalidades de conducción -Normal y ECO- que son seleccionadas mediante un botón en el salpicadero.

En Normal, el motor entrega el par máximo disponible (145 Nm a 1900 rpm), de forma que las respuestas son inmediatas, en consonancia con una utilización deportiva del coche, aunque los datos sobre el papel no hagan pensar que este coche disponga de un rincón deportivo. La dirección en esta modalidad también recibe un ajuste especial con la opción City desactivada.

La opción ECO corta el suministro del par a 100 Nm a 2000 revoluciones, para garantizar mínimo consumo y ofrecer una conducción más ciudadana. También la resistencia del volante es menor, ya que entra en acción la modalidad CITY.

El sistema de para y arranque "Start&Stop", con el indicador de cambio de marchas asociado Gear Shift Indicator, forma parte de el equipamiento de serie del Twin Air. Estos dispositivos hacen una gran contribución a la reducción del consumo.

La conducción del Fiat 500 Twin Turbo nos introduce en un mundo de nuevas sensaciones.

Primero las acústicas, con tonos y timbres nuevos que varían en función el régimen de giro y la velocidad. El motor se exhibe muy sonoro en la aceleración, con un toque acústico cercano a lo deportivo, para mitigarse a velocidades de crucero, a punta de gas.

Y, en segundo lugar, las dinámicas, porque sorprende el amplio margen de utilización del motor, que empuja con la franqueza y rapidez de un diesel.

El turbocompresor es el responsable de este comportamiento, permitiendo una entrega del par temprana y proporcionando al motor una elasticidad muy superior a la de los motores térmicos convencionales.

El coche, aún con una velocidad máxima que se sitúa en los 173 km/h, es rápido y permite velocidades de crucero que facilitan largos recorridos, aunque la arquitectura del 500 parece más propia de los escenarios urbanos.

Las cualidades del motor están favorecidas por un chasis que admite muchos caballos de potencia, con una amortiguación, en este caso, de ajuste duro, que favorece unas mayores exigencias de conducción, especialmente en carreras con muchas curvas.

La unidad probada corresponde al acabado BlackJack, es decir, decorado en negro mate, con llantas de dibujo deportivo y pintadas también en negro mate, dotadas de un equipamiento muy completo que incluye navegador portátil, pero que sube mucho de precio, hasta situarse por encima de los 16.000 euros, demasiados para un coche de su tamaño y prestaciones.

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