Prueba del BMW X3 xDrive 3.5i  Ampliar fotografía

El éxito comercial del X3, uno de los mayores de BMW, ha sido un reto para los equipos de desarrollo de BMW a la hora de afrontar la evolución obligada en la nueva generación, para que un cambio total no diera al traste con el fuerte atractivo de este modelo para todos los mercados.

BMW lo ha logrado. Mantiene la esencia del modelo, pero dando pasos hacia adelante en todas las direcciones, desde la arquitectura del chasis al equipamiento tecnológico en propulsión, seguridad y vida a bordo, y al universo de las prestaciones.

Los cambios en la nueva generación del X3 empiezan por el chasis y nuevas dimensiones. Es 83 milímetros más largo, de forma que longitud total es de 4,64 metros; 28 milímetros más ancho, para una dimensión de esta cota de 1,88 metros, y es, además, 12 milímetros más largo y, por lo tanto, la altura llega a 1,66 metros.

El nuevo tamaño se completa con un aumento de la distancia entre ejes en 15 milímetros, lo que proporciona una batalla de 2,81 metros, y con un aumento del ancho de vía de 92 milímetros. La batalla y el ancho de vías facilitan un notable aumento de la capacidad del habitáculo y del maletero y mejoran la capacidad dinámica del chasis.

Con estas dimensiones, el nuevo X3 se sitúa entre el modelo X5, crecido de tamaño en el relevo generacional, y el compacto X1, casi de idénticas proporciones que el anterior X3, al menos en longitud y anchura.

Sin variar la arquitectura básica, el diseño del nuevo X3 ha evolucionado hasta crear una sensación de mayor aplomo sobre el suelo y dar forma a una imagen más moderna y deportiva.

En el frontal, la personalidad del X3 se pone de manifiesto con la parrilla ovoide doble de posición vertical, unos grupos ópticos de grandes dimensiones, un faldón de formas más pronunciadas y seis líneas perfiladas que confluyen en la zona de la doble parrilla ovoide.

Los faros antiniebla están en los extremos de la parte frontal y los faros redondos, dobles, forman la distribución que distingue a los grupos ópticos de todos los modelos X de BMW. En la parte superior, los faros están delimitados por un listón cromado.

Con las faros de xenón, como es el caso, la luz diurna está formada por anillos luminosos de LED de luz blanca, en lugar de los amarillentos utilizados hasta ahora.

Visto de costado, el nuevo X3 muestra una silueta en forma de cuña que realza la apariencia deportiva, y en la parte trasera las líneas horizontales que acentúan el aspecto aplomado del coche. El diseño nocturno de esta parte del X3 está formado por varias líneas de luces LED.

La apreciación general es la de haber perdido la forma de cajón del anterior X3, por medio de la variación de las cotas y el empleo en el dibujo de la carrocería de líneas más suaves. El resultado final ha ganado en elegancia.

En el interior se aprecia el mayor volumen disponible, con un diseño reconocible, en el que han sido variados algunos elementos en el salpicadero, ahora orientado hacia el conductor, que tiene todo mucho más a mano.

Los dispositivos son los habituales en la marca, con una pantalla multimedia mayor que la utilizada en la anterior generación. Ahora es de 8,8 pulgadas.

El tablero de a bordo está construido por una distribución de líneas horizontal que acentúa el ancho del habitáculo. La consola central es asimétrica para favorece la orientación ergonómica hacia el conductor, que dispone de un puesto de pilotaje que es característico de BMW, es decir, de gran dominio sobre lo que ocurre alrededor y muy confortable, al tiempo que deportivo.

Un dato que muestra el incremento de capacidad del nuevo X3 es el volumen del maletero. Son 550 litros frente a los 480 del anterior.

El X3 está equipado con el sistema de tracción total permanente xDrive que, regulado electrónicamente, distribuye de manera variable la tracción entre los dos ejes. La predominancia de tracción está en el eje posterior.

El sistema inteligente de tracción integral cuenta con un nuevo reglaje que mejora la dinámica del nuevo X3, ya que logra mejorar la capacidad de tracción y, especialmente, optimiza el comportamiento del vehículo en curvas. El sistema aplica una mayo tracción a las ruedas del eje posterior cuando se traza una curva.

Con el sistema opcional Performance Control se aumenta la maniobrabilidad, ya que activa específicamente el freno de la rueda posterior que se encuentra en el lado interior de la curva y, al mismo tiempo, aumenta la fuerza de impulsión, logrando que el vehículo tenga un comportamiento especialmente ágil en estas circunstancias.

Junto con las mejoras en la tracción, la dirección, de asistencia eléctrica, está conectada a la red del sistema de regulación de estabilidad dinámica del coche DSC, de forma que contrarresta cualquier tendencia del vehículo a sobrevirar o subvirar.

Además, el nuevo BMW X3 puede estar equipado opcionalmente con el sistema de control dinámico de la suspensión DDC, como en la versión probada, que adapta la suspensión, mediante electrónica, a las condiciones de la calzada y al estilo de conducción.

El conductor puede ajustar las características de regulación de la suspensión recurriendo a las modalidades Normal, Sport y Sport +.

Pasar de una modalidad a otra significa, además, la variación de las respuestas de la amortiguación, la respuesta del acelerador, el mapa de gestión del motor, la asistencia de la dirección y el grado de intervención del control de estabilidad. Además, en este caso, la caja automática varía sus relaciones.

Estamos ante la versión más deportiva de la gama, la que combina el carácter GTI y la filosofía SUV, movida con el motor de gasolina 3.5 de seis cilindros en línea, un prodigio de suavidad, silencio y empuje.

Se trata de un nuevo motor caracterizado por su capacidad de subir rápidamente de revoluciones y recuperar desde abajo, porque ofrece un par de 400 Newton por metro a partir de 1.200 revoluciones y hasta 5.000, lo cual garantiza un comportamiento dinámico similar al que ofrece un motor diesel.

El motor está asociado a una nueva transmisión automática de ocho velocidades, muy rápida y sedosa de funcionamiento, que no ha impedido que sea incorporado un sistema de parada y arranque cuando se detiene el coche.

Las prestaciones hablan del fuerte carácter de este X3, ya que es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 5,7 segundos y llegar a una velocidad punta de 245 km/h.

El BMW X3 xDrive35i exhibe el menor consumo y las emisiones más bajas de su segmento. Con sus prestaciones, el homologado es de 8,8 litros y las emisiones de CO2 se sitúan en 204 gramos por kilómetro, gracias en parte al estreno de la función de parada y arranque Auto Start Stop, en este caso en combinación con una caja de cambios automática, la nueva de 8 velocidades.

Pero el bajo consumo para este motor también es debido a la incorporación de serie de medidas EfficientDynamics, como la recuperación de la energía de frenado, la dirección asistida electromecánica (EPS), los grupos secundarios de activación únicamente si es necesario y bomba de aceite de funcionamiento regulado por mapa característico.

También forma parte de estas medidas la utilización inteligente de materiales ligeros, un diferencial posterior con calentamiento optimizado y neumáticos de menor resistencia de rodadura.

La conducción, para quien tiene claras las referencias de la anterior generación, supone un salto cualitativo notable. El motor es sedoso, rápido y recupera con contundencia, sea cual sea el régimen de giro.

Al comportamiento del motor contribuye la nueva caja de cambios, muy bien escalonada y muy rápida y suave en los saltos de velocidad.

El coche puede rodar a velocidades muy altas en todo tipo de terreno y ello gracias al nuevo bastidor, que mejora y mucho su antecesor.

Someter al chasis a los esfuerzos de la conducción deportiva desvelan la nueva naturaleza del X3. Es muy superior al anterior. Admite mucho más y eso que la generación anterior de este SUV ya destacaba por la dinámica de conducción, muy similar a la de un turismo y por encima de sus rivales, al menos hasta la llegada de las últimas generaciones SUV del segmento compacto.

La rodadura es más consistente en línea recta y en curva ha ganado agilidad. El coche se coloca sin problemas y llega a las curvas con una buena frenada que da mucha confianza.

El coche es endiabladamente rápido y se pueden completar recorridos con una calidad dinámica equivalente a la de un turismo de cualidades deportivas.

Este X3 se coloca en la cúspide de la gama y bien podría ser considerado la versión M del modelo, al menos hasta la llegada de una preparación de Motorsport, no anunciada, por el momento. El único M en la gama SUV de BMW es el X6 M.

La unidad probada, equipada con el sistema de suspensión variable (Dynamic Drive), que también modifica el mapa de aceleración, la respuesta del motor y la asistencia a la dirección, con sus tres modos de ajuste (Normal, Sport y Sport+), mantiene el chasis en un abanico de respuestas que, sin renunciar al confort, permiten cualquier tipo de conducción con mucha precisión del guiado de los trenes.

Aunque no es un coche especialmente concebido para salir fuera del asfalto, también puede hacerlo con solvencia. No tiene reductora pero sí un sistema de control de descensos que impide superar en las pendientes superar la velocidad de 8 km/h en este caso, en el que la transmisión es automática, porque con manual el límite está en los 10 km/h.

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