Prueba del Mercedes SLS AMG.  Ampliar fotografía

Ante el SLS o dentro de él, todo menos indiferencia. Es un deportivo con un poderoso diseño que ha adelantado rasgos que el equipo de diseño de Mercedes Benz está trasladando a los nuevos modelos de la marca, lo más reciente como el SLK y los que están por venir.

Pero además de diseño, es una máquina deportiva de altas prestaciones construida a partir de un chasis de aluminio y dotado de un motor V8 de 6.3 litros que entrega 571 caballos de potencia y un impresionantes par de 650 Newton por metro que obliga a utilizar el acelerador con sabiduría.

El deportivo hereda genes del 300 SL DE 1954, más conocido como Alas de Gaviota por sus puertas y sistema de apertura, idéntico en el nuevo. Mercedes dice que con esta nueva interpretación aspira a crear el clásico del futuro.

Pero no sólo las puertas alas de gaviota son una reminiscencia del Mercedes-Benz 300 SL (1954-1963), porque la parrilla del radiador con una gran estrella de la marca en el centro y la aleta transversal, así como los amagos de aleta del capó y las aletas de los flancos, recuerdan al mítico automóvil.

La calandra, junto con el diseño de los faros (bixenón con intermitentes en la parte superior y dos barras luz día blancas en la parte inferior), el largo morro y la anchura del coche, pronunciada por unas prominentes aletas, configuran una potente imagen que contrasta con la trasera, menos agresiva, muy redondeada y elegante, aunque no menos imponente por la anchura, las dos salidas de escape en la parte baja del faldón y la visión de los inmensos neumáticos traseros.

Sobre el capó trasero, plegado, se ubica un alerón que se despliega cuando el coche supera los 90 km/h para dar mejor salida al flujo de aire superior. El alerón, además, puede ser accionado manualmente desde un botón ubicado sobre el túnel central.

La silueta nunca pasa desapercibida, porque el morro es muy prolongado, el habitáculo está colocado muy atrás, y la parte trasera es mínima, y para exagerar todo aún más, ruedas de 19 pulgadas delante y de 20 detrás.

El rasgo distintivo del SLS son las portezuelas tipo "alas de gaviota", que constituyen una declaración de principios en este tipo de deportivos.

Las puertas son fáciles de abrir, pero no tanto desde dentro, porque los asideros quedan muy altos y obligan a hacer un gran esfuerzo para llevarlas a su posición.

Desplegadas, las portezuelas necesitan menos espacio que las de un coupé convencional y pueden abrirse por completo en cualquier garaje de tamaño normal.

En los costados, al lado de las branquias de respiración se ven dos grafías 6.3 que delatan el cubicaje del V8.

Si en el exterior hay rasgos de clara inspiración aeronáutica, en el interior se mantiene esta línea, con un tablero de instrumentos que incluye cuatro toberas cuya forma alude a los motores de un jet.

El cuadro de instrumentos, con indicador de cambio ascendente de luces de diodo y dos instrumentos redondos retroiluminados en blanco, es de un acentuado carácter deportivo. Las esferas plateadas están marcadas por agujas rojas y una escala de 360 km/h.

Entre las dos toberas de ventilación de la parte media del puesto de conducción se encuentra el sistema multimedia COMAND APS con pantalla de siete pulgadas.

En la consola sobre el túnel de transmisión está instalada la unidad de mando AMG DRIVE UNIT, que permite hacer un ajuste personalizado del coche; la palanca del cambio, y varios botones más de ajuste de conducción, entre ellos el ya mencionado del alerón.

En todo el habitáculo, de anchura generosa, se aprecian materiales de piel y de metal de alta calidad percibida, con acabados en rojo y negro en el caso de la unidad probada. Los acabados también son de una gran calidad visual.

Los asientos deportivos están construidos en magnesio, una material que garantiza un bajo peso y una gran rigidez, debidamente acolchados y forrados en cuero para sentir un gran confort y sujeción durante la conducción.

El piloto dispone de un volante bien situado y confortable de tres radio forrado en cuero con rueda rebajadas de 365 milímetros, con pulsadores para el cambio.

Y alrededor algunos huecos útiles para depositar los pequeños objetos de uso diario.

Al margen del diseño y de los acabados, el SLS esconde una construcción de alta tecnología, bajo exigente principios de aligeramiento de peso. Chasis y carrocería están realizados en aluminio, material en que comparación con los métodos de construcción tradicionales llevan a un ahorro de peso, hasta arrojar en la báscula 1.620 kilogramos.

El bastidor de aluminio Spaceframe está formado por un 45 % de perfiles de aluminio, 31 % de chapa de aluminio, 20 % de vaciado de aluminio y 4 % de acero. Para aumentar la seguridad del habitáculo se utilizan aceros de muy alta resistencia conformado en caliente. El peso de la estructura bruta es de 241 kilogramos, un peso que el fabricante asegura que es récord en este tipo de deportivos.

Uno de los aspectos claves de la construcción de este bastidor es es la ubicación del centro de gravedad, para lo que se ha tenido en cuenta la ubicación de la cadena cinemática (motor, transmisión y ejes). Cuando se abre el capó, sorprende ver situado el motor muy cerca del habitáculo.

El propulsor es un ocho cilindros preparado por AMG, que es una versión muy desarrollada de su motor base. Los 571 caballos y el reducido peso del coche arrojan una relación peso-potencia de 2,84 kg/CV.

La modificaciones para aumentar la potencia del motor son el nuevo desarrollo completo del sistema de admisión, la revisión del control de válvulas y de los árboles de levas, el uso de un colector en abanico de tubos de acero de flujo optimizado y la reducción de las pérdidas de presión del sistema de escape.

Además, el motor fue sometido a la modificación de algunos sistemas y un aligeramiento que ha llevado a un peso en vacío de 205 kilogramos, con una relación peso-potencia de 0,36 kg/CV.

El motor transmite su potencia a las ruedas traseras mediante un árbol construido en fibra de carbono que conecta con un cambio de doble embrague situado en el eje trasero ((Transaxle), extremadamente rápido y sin tirones, aunque puede tardar en actuar o desobedecer, porque la electrónica protege, probablemente de forma excesiva la mecánica.

La distribución de motor central delantero y disposición Transaxle del cambio genera una distribución del peso del 47 % delante y 53 % detrás, lo que constituye un reparto muy equilibrado que influye en el comportamiento dinámico del coche.

El conductor tiene a su disposición cuatro diferentes programas de conducción: C (Controlled Efficency), S (Sport), S+ (Sport plus) y M (Manual), así como la función Race Start, que se eligen a través de un mando giratorio sobre el túnel central. La transmisión está ayudada por un bloqueo mecánico del diferencial, alojado en la compacta carcasa del cambio.

El deseo de Mercedes-Benz y AMG al crear este SLS fue el de construir un súper deportivo que reuniera rendimiento de circuito y confort de trayectos largos, y ello, desde el punto de vista del esquema de suspensión, a utilizar tecnología derivada de la Fórmula 1, con una arquitectura de brazos transversales dobles.

Éstos, dotados de una alta rigidez vertical y de carril, permite guiar la rueda con mínimos movimientos elásticos, lo que mejora el contacto con la carretera.

Otro aspecto que influye en la dinámica de rodadura es la distancia entre ejes, de casi 2,7 metros, lo que genera posición estable en línea recta demás de evitar cabeceos de los trenes, y los generosos anchos de vía, que producen un desplazamiento menor de la carga de la rueda situada en el centro del giro a la curva a la rueda situada en su perímetro, lo que se traduce en un mejor agarre.

El SLS ofrece al conductor un equipo de frenos de alto rendimiento de materiales compuestos AMG de serie y de forma opcional dispone de un sistema de discos cerámicos aún más eficiente con una mayor seguridad térmica y un peso más reducido , en torno a un 40% menor.

Con todos estos argumentos técnicos, estamos ante un GT de los más alto nivel de un peculiar segmento de mercado en el que hay numerosas opciones de compra, casi todas ellas de manufactura artesanal y sólo bajo pedido.

Para conducir el SLS es necesaria una precaución especial y conocimientos prácticos sobre el comportamiento de la tracción trasera, especialmente delicada cuando disponemos de casi 600 caballos y aún más de par disponible casi desde cero, lo que hace muy delicadas las aceleraciones de salida y la administración del gas en curva.

Oficialmente y en condiciones de homologación, el coche arroja un consumo promedio de 13,2 litros, que en la prueba real se situó en algo más de 15, un valor no exagerado para un GT que invita a la conducción racing en cuanto se puede.

Aunque en aerodinámica no es un prodigio, con un Cx de 0,36, la ingeniería de Mercedes ha aplicado medidas de eficiencia, como mejorar el roce de los pistones, regular el suministro de aceite, gestionar el generador de forma inteligente utilizando en cada fase de propulsión del motor, y también al frenar se utiliza energía cinética para cargar la batería, evitando que se transforme en calor inútil, y a la inversa, el generador se conecta en estado libre de carga al acelerar, quitándole trabajo al motor.

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