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Quien se plantee la compra de un compacto de alto nivel con un precio "razonable" y prestaciones suficientes, tiene en la serie 1 de BMW una entrada inteligente en la marca y en una categoría de coche que juega en una liga aparte por nivel de ingeniería y calidades de producción.

Las marcas que están en este mercado más selecto no han tenido más alternativa que adaptar su oferta a la extrema competitividad del mercado y, para alterar el "sueño" de las generalistas, pisar su terreno, aunque siempre unos peldaños por arriba, ocupando un espacio que los fabricante de gran volumen no han sabido conquistar.

El BMW 114i es todo un ejemplo de la invasión de los fabricantes de gama alta de espacios antes despreciados. Con un motor contenido, pero con prestaciones y sensaciones que llenan al conductor, y un precio que aún siendo alto no es desorbitado se coloca en el mercado como una opción de compra funcional, que es la puerta de entrada a los denominados "premium".

El 114i da entrada a la segunda generación de la Serie 1, cuyo aporte sobre la primera, se basa en un mayor tamaño exterior, una mejora sustancial del espacio interior (punto débil de la generación anterior), un equipamiento más completo, mejores ayudas a la conducción, mejor conexión con el entorno. mejores sensaciones de conducción, nuevo nivel cualitativo y más eficiencia energética.

BMW ha sido capaz de dar más por menos, porque las distintas versiones de la familia son algo más baratas que las anteriores, lo que es muy poco habitual.

Las cotas del nuevo 1 evidencian su potente aspecto, ya que son 4,32 metros frente a los 4,24 de la generación anterior; una batalla o distancia entre ejes que pasa de 2,60 a 2,69 metros, y anchos de vías que crecen 5,1 centímetros delante y 7,2 detrás.

Desde la perspectiva estética, los comentarios con mayoritariamente favorables al nuevo estilo del modelo, que ha ganado amplitud visual y expresión deportiva. Ha ganado, claramente, en elegancia, no sin profundos cambios en todos sus ángulos.

La cara frontal y el plano trasero se muestran ahora más descargados visualmente. Está todo más separado y la nueva distribución contribuye a ese esponjamiento visual.

Los faros, que como en la mayoría de la marcas son un muestra de personalidad, tienen en BMW una gran importancia y logran definir, junto con la calandra. Al contrario que el resto del coche, los grupos ópticos han perdido tamaño y han sido llevados a los extremos.

La firma lumínica es inconfundible. La luz para conducir de día la forman cuatro aros blancos de LED y sendas cejas también de diodos blancos. Y en la trasera un fino dibujo de LED rojo ponen la rúbrica.

La figura es realzada por nuevos faldones que crean una imagen de mayor anchura potenciada en la parte trasera por las líneas horizontales que dibujan la arquitectura base del coche.

La firma de BMW está muy presente en el interior del coche, aunque también se perciben cambios profundos sobre la generación interior. El tablero de a bordo es más amplio y limpio de líneas, dando la sensación de estar a bordo de un coche superior.

La instrumentación es más calara para el conductor, que dispone en la consola central, en posición elevada, una nueva pantalla de visualización de datos de gran capacidad y 6,5 pulgadas de diagonal.

Hacia el exterior, una mayor superficie acristalada contribuye a proporcionar una luminosidad y visión muy mejoradas. El conductor, sobre todo, se siente menos encajonado en esta segunda generación, aunque también hay defensores acérrimos de las "apreturas" deportivas de la primera.

Muy importante es la ganancia que disfrutan los pasajeros de la bancada trasera. BMW ha aliviado la angostura posterior en longitud y elevación, porque ahora el Serie 1 es capaz de recibir personas de talla mayor. También anchura, ya que los pasos de rueda dejan de castigar el costado de los viajeros.

Son 3 centímetros más en anchura de hombros, otros 3 más en altura libre al techo y 2 centímetros supletorios para dar cabida a las rodillas. Hay que tener en cuenta que un centímetro en un coche es todo un mundo.

Detrás del asiento trasero, el 114i esconde un maletero es muy aprovechable, con 30 litros más que el anterior, que ofrece muy poco, por el contrario, debajo del suelo de la zona de carga.

No cabe una rueda de repuesto, lo que se soluciona con un kit antipinchazos. En el lugar de la rueda de recambio está ubicada la batería, que así limita el volumen, también restringido por el sistema de tracción y la arquitectura del eje trasero.

Pasada revista al envoltorio, del Serie 1 atrae, como en la primera generación, la dinámica de conducción, aunque es algo distinta. El antecesor daba muestras de todo deportivo en cualquier de sus versiones mientras el nuevo exhibe maneras más confortables, con un esquema de suspensión ajustado para una mayor variedad de conductores.

En el caso del 114i, como ya se vio experimentó en el 116i, la utilización de neumáticos de perfil alto, con una mayor deriva de los flancos acentúa el confort de marcha y una sensación que en momentos de conducción un poco más exigente no agrada porque el coche se mueve en exceso, aunque sin que pierda las postura. Es más una sensación que un inconveniente dinámico, porque el bastidor aguanta bien el maltrato.

El coche hace un paso por curva muy estable, sin grandes inclinaciones de la carrocería, mientras en las frenadas el ajuste blando de la suspensión hace que el morro reciba una transferencia de peso mayor que en la generación anterior del Serie 1.

La joya de esta versión está bajo el capó. Es el mismo motor del superior de los 116i y 118i, pero con la potencia atenuada a 102 caballos, gobernada la misma transmisión de seis velocidades. Este propulsor es fruto de la cooperación entre el grupo PSA y BMW, una pequeña joya de ingeniería que no deja sorprender en cualquiera de las potencias a las que se ajusta.

Los 102 caballos pueden parecer pocos, pero la forma en cómo los entrega y desde el punto en que lo hace rebate cualquier equívoco. El motor empieza a entregar el par casi a ralentí, desde las 1.100 revoluciones, antes que cualquier diesel. Cierto es que las recuperaciones so¡no son rabiosas, pero no defrauda en estas fases.

Los atributos de esta configuración de motor se deben a la combinación de un turbocompresor Twin Scroll con el sistema Valvetronic de BMW, doble VANOS e inyección de alta precisión.

A esta tecnología se suman las medidas EfficientDynamics ya habituales en los modelos de BMW, como la función de parada y arranque Auto Start/Stop, el indicador de cambio de marcha en combinación con el cambio manual de seis velocidades y el sistema de recuperación de energía Brake Energy Regeneration.

El motor se muestra silencioso, suave de funcionamiento, progresivo y empujando en todos los rangos de giro. Muy refinado frente a un diesel y con un consumo que plantea serias dudas de la conveniencia generalizada de que es mejor un diesel, más económico.

Esta es una verdad relativa, porque hoy el precio del litro de gasóleo está casi igualado y los motores de gasolina han reducido tanto su consumo que el número de kilómetros a recorrer en un año determina la oportunidad de considerar otras opciones que no sean las mayoritarias de los últimos años.

Son poco más de cinco litros los oficiales de promedio. En la prueba dinámica, con recorridos urbanos de carretera y deportivos, el promedio fue exactamente de 7,2 litros, similar al que se obtiene de un diesel de parecidas prestaciones. La calculadora manda.

De forma similar al 116i, la caja de cambios está bien escalonada y no requiere de uso intensivo, gracias a la forma de entrega del par.

El BMW 114i 5 puertas muestra un precio de lista de 25.400 euros sin descuentos ni promociones, que queda reducido a 22.400 euros en la versión probada, la denominada Essential Edition, que conlleva dos ventajas, precio rebajado y equipamiento opcional incluido, valorado en unos 2.000 euros.

Y este precio puede reducirse aún más, otros 2.000 euros si el comprador se inclina por la oferta financiera de la marca y 1.000 añadidos si el cliente puede acogerse al Plan PIVE, El precio final puede quedar en 20.400 o 19.400 euros.

Con estos argumentos, los económicos y los técnicos, el 114i se sitúa en la zona más exclusiva del segmento compacto, aunque sin competidores directos, porque las versiones de entrada en las marcas más selectas no llegan a ofrecer, por el momento, una opción tan inteligente.

COMENTARIOS   Aporta tu comentario 1    |    20/01/2014 a las 16:09:47 Hace 2meses tengo un BMW 114 i estoy aprendiendo a conocerlo el artículo fue muy ilustrativo gracias APORTAR TU COMENTARIO Agradecemos que nos des tu punto de vista a cerca de este tema. Te rogamos, eso sí que seas respetuoso en todo momento tanto con quienes te leerán como con este sitio. Ten en cuenta que tu comentario deberá ser validado para su publicación y que podrá ser censurado por el administrador en cualquier momento. Escribe aquí tu comentario: Apodo: